A lo largo de la historia hemos contado con seres humanos ejemplares que no tuvieron miedo de enfrentar a su destino. Estas personas se jugaron la vida por sus creencias y sus convicciones, tuvieron el valor y la voluntad de seguir su corazón.
El Dr. Albert Schweitzer, considerado por Einstein, el hombre más grande que ha dado el siglo XX, fue misionero, teólogo, organista, médico, activista, pacifista, pero ante todo fue un buen hombre; fundó un hospital en África en Lambaréné hoy Gabon, para curar leprosos, ayudó a los aborígenes a salir adelante, impartió conferencias en Europa y apoyó a muchas personas que con su obra, encontraron un camino en sus vidas.
El Dr. Albert Schweitzer conjugó el hombre pensador con el hombre de acción, el científico con el humanista y el artista, por sus acciones fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1952.
A muchos años de su muerte la obra del Dr. Schweitzer sigue repercutiendo, sus escritos donde plasma sus pensamientos teológicos, su creencia en Dios lo llevaron a actuar, a no quedarse con los brazos cruzados, dejando una huella en las vidas de muchas personas, no sólo en África o en los que lo conocieron, sino en el mundo entero; como es el caso de Phd. Marion Hill Preminger, su primer matrimonio con Otto Preminger, director de cine de Hollywood terminó en divorcio. El ambiente de Hollywood llevó a Marion a su autodestrucción, sin embargo, cuando conoció al Dr. Schweitzer, decidió irse de voluntaria a África y su vida cambió, se consideraba “helper”, llegó a escribir un libro: All I want is every thing, fue condecorada por Francia, Gabon y la República del Congo, murió a los cincuenta y ocho años en su casa de Park Avenue, le sobrevivió su esposo el arquitecto Albert Mayer y sus hermanas.
Es increíble como un ambiente te puede llevar a la pérdida de saber quién eres, cuando aparentemente, lo tienes todo. Y es nuestra decisión el elegir un nuevo camino que nos lleve a una vida distinta.Cuando pasamos por situaciones que nos llevan a la tristeza o pérdida de identidad, es importante comprender que quizás esa parte de nuestra historia era necesaria para comprender el dolor ajeno y esa comprensión de nosotros mismos, nos hace ser mejores personas.
Todos en nuestras vidas hemos pasado por algún momento que nos ha dividido la vida en un antes y un después, es nuestra visión la que nos lleva a elegir en que nos queremos convertir.
El año que termina nos brinda la oportunidad de empezar de nuevo, de establecer nuevos propósitos en nuestras vidas, cambiando la visión de la vida, tomando partido en que parte del engranaje mundial podemos dar nuestras acciones.
Todos en nuestro interior contamos con un Albert Schweitzer, sólo es cuestión de brindarle la oportunidad de salir y actuar.
Este año que viene busquemos las oportunidades para ser mejores…
Como diría el Dr. Albert Schweitzer: “El mayor descubrimiento de cualquier generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas modificando sus actitudes mentales”.
Tu mejor oportunidad, mejorar tus actitudes mentales
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Irma Vela
tampico /