El ensayo “La vida de los termes” fue publicado en 1927 por el escritor belga, Premio Nobel de Literatura 1911, Maurice Maeterlinck. Nos traslada a una vida en la obscuridad, muy diferente a “La vida de las abejas” con las flores y hermosos paisajes e igual podemos decir de “La vida de las hormigas” con su laboriosidad, pero en la superficie, ambos ensayos que ya analizamos del mismo autor. Diremos además que los termes son ciegos y han hecho con su excremento, un modo de vida.
Los termes, termitas, comejenes o polillas. Isoptera, del griego, isós, igual, y pteron, ala, es decir, alas iguales (es curioso que el nombre sea éste, ya que no tienen alas, solo los adultos las poseen para el vuelo nupcial)
Son un infraorden de insectos neópteros que se alimentan de la celulosa de la madera que degradan protozoos que habitan en su sistema digestivo y viven en simbiosis: “Se conocen en el mundo cerca de 3000 especies.” Normalmente se les asocia al daño en construcciones porque “Consumen todo objeto o estructura de madera que encuentran a su paso.” Por tal razón se han creado muchas formas para acabarlos. Pero muy pocas veces se dice que gracias a ellos, como afirman los investigadores de la Universidad de Princeton, “Los montículos que construyen en las zonas áridas ayudan frenar el avance de la desertificación.”
Nos explica el profesor de la Universidad de Strathclyde, Escocia: “Es como una suerte de “isla de la fertilidad” que ayuda a repoblar los ecosistemas. Los túneles incrementan la permeabilidad del suelo que acumula más agua, así la vegetación crece sobre los montículos.”
El libro es un Ensayo: “Texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema con argumentos sustentados. Forma parte del género didáctico. Su estructura tiene tres partes fundamentales: introducción, desarrollo y conclusión.”
Entomología: “Del griego, éntomos, insecto, y logos, ciencia. Es el estudio científico de los insectos, su taxonomía, evolución, ecología y comportamiento. Los insectos son los más exitosos que han existido en el planeta. Se originaron hace 400 millones de años y constituyen 58% de todos los seres vivos actuales, con 5 millones de especies aproximadamente.
Dominan todos los ecosistemas, menos los océanos y los mares, y polinizan cerca de 85% de todas las plantas con flores.” La entomología aparece desde tiempos prehistóricos al darse la agricultura. Su estudio científico comenzó en el siglo XVI con la publicación de la enciclopedia “Introduction to Entomology” por el fundador de la disciplina, William Kirby.
En “La vida de los termes” nos vamos a introducir en “Esta civilización, la más antigua que se conoce, la más compleja, la más curiosa, la más inteligente, la mejor adaptada. Aunque feroz, siniestra y a menudo repugnante, es superior a la de las abejas, la de las hormigas y la del hombre mismo.”
Conoceremos cómo se crea la comejenera (nido de los termes), a base de saliva, excremento y granos de arena: “Las cúpulas que la cubren son totalmente duras, que el acero de las hachas se mellan y si se quiere abrir, es menester hacerla saltar con pólvora.” Sabremos de su alimentación a base de celulosa (que no la digieren y necesitan de una fauna intestinal) y de sus campos de cultivo de hongos, que si cambian de lugar se llevan sus “semillas” para volver a sembrar.
De sus castas: rey, reina, reina secundaria, reina terciaria, soldados y obreros: “Las obreras (obreros) son machos o hembras, pero con sexo atrofiado, son ciegas y no tienen armas ni alas. Están encargadas de la recolección, elaboración y digestión de la celulosa y alimentan a todos. Son el vientre colectivo. Si alguien tiene hambre le toca la antena, se vuelve la parte trasera y le cede lo que tiene en su intestino.”
Igual nos enteraremos del vuelo nupcial, la enjambrazón (salida masiva para la reproducción) los soldados y la protección de la comejenera y en general de la vida de estos seres maravillosos que habitan con nosotros y que no debemos destruir.
Hugo G. Freire