En esta misma columna y bajo este mismo título me referí con fecha seis de agosto de 2021 a la demanda interpuesta en los Estados Unidos por la cancillería mexicana en contra de 11 empresas americanas, fabricantes de armas, Smith & Wesson, Beretta, Century Arms, Colt, Glock, Ruger, Barrett, Interstate Arms, entre otras, en una demanda civil, sometiéndose penosamente a la jurisdicción de un juez de la Corte de Distrito de Boston, acusándolos de comercio negligente e ilícito, buscando una compensación multimillonaria con base en el daño que le han hecho, a juicio de nuestro gobierno, a nuestro país. Esa demanda la interpuso quien no tuvo en su país pantalones para atacar de frente a los cárteles de la droga y que además tenía la obligación de controlar las fronteras precisamente para que esas armas no ingresaran a México. Ahí comente que, de acuerdo a la “Ley de Protección al Comercio Legal de Armas” se prohíben juicios contra fabricantes, distribuidores, vendedores e importadores de armas de fuego y municiones por actos o consecuencias que resulten del mal uso de estas, por lo que, casi de seguro, México perdería.
Pues resulta que el día de ayer, la Suprema Corte de los Estados Unidos en forma unánime de sus nueve magistrados que la integran, resolvió el expediente 23-1141 precisamente en base a la existencia de la Ley de Protección al Comercio Legal de Armas (PLCAA) y al alcance de la misma, señalando que “..las alegaciones de México son insuficientes para satisfacer la excepción predicada en la PLCAA. Sigue diciendo que “...la demanda de México busca convertir a los tribunales en reguladores de derecho consuetudinario. Pero el Congreso aprobó la PLCAA para preservar la primacía de los poderes políticos, al decidir qué deberes imponer a la industria de armas de fuego”. “La denuncia de México no alega de manera plausible que los fabricantes demandados hayan ayudado e incitado a los comerciantes de armas a vender ilegalmente armas de fuego a traficantes mexicanos”
La resolución también señala que la demanda no señaló ninguna operación delictiva específica en la que las empresas demandadas presuntamente hayan prestado ayuda. También resolvieron que la estructura comercial del sector pasa por intermediarios mayoristas, lo que deja sin fundamento la acusación de que los fabricantes venden a algunas tiendas de armas en concreto que facilitan el acceso a los cárteles de la droga. Curiosamente México nunca cuestionó en su demanda a los intermediarios de armas con o sin escrúpulos, como lo señala en su demanda nuestro gobierno mexicano.
Hay otra demanda presentada por nuestro gobierno, en Arizona, la cual de seguro correrá la misma suerte, dando el principio de Eficacia Refleja, ya que los jueces que están conociendo esa, no podrán ignorar esta resolución de la corte.
Desde que se presentó la demanda, los fabricantes americanos no tardaron en responder: “En lugar de buscar el chivo expiatorio en las empresas estadunidenses que respetan la ley, las autoridades mexicanas deben concentrar sus esfuerzos en llevar a los cárteles ante la justicia…”, señalaron, además que la demanda es una afrenta a la soberanía del país estadounidense y una amenaza a su Segunda Enmienda, pero además señalaron que “México es responsable del crimen desenfrenado y la corrupción dentro de sus propias fronteras.”
La responsabilidad de que las armas no entren a México es de nuestro gobierno federal por la ineficiente operación y corrupción aduanera, no porque los fabricantes las vendan en los Estados Unidos bajo sus propias leyes.
En otro tema, dicen en mi rancho, que cuando se pelean las comadres salen las verdades, yo adicionaría secretos, y así es el pleito entre el, a juicio de muchos, el hombre más rico del mundo, Elon Musk y Donald Trump, que inició cuando Musk declaró, (y tiene razón), que la ley fiscal que impulsa Trump en su Congreso es “una abominación repugnante”, “este proyecto de ley de gastos contiene el mayor aumento del techo de endeudamiento en la historia de los Estados Unidos”. Trump amenazó con quitarle los jugosos contratos que tiene el gobierno gringo con las empresas del millonario, en especial en la industria aeroespacial y de seguridad nacional. Era lógico este enfrentamiento de dos grandes egos en el mismo proyecto, pero el mercado de inmediato cobro la factura, las acciones de la compañía automotriz de Tesla se desplomaron un 17% en la Bolsa de Valores en solo dos días (3.5 más 14% ayer) lo que equivale a una pérdida aproximada de 190,000 millones de dólares acumulando pérdidas del 24.5% en el año. Musk reveló que Trump no publica los archivos del pedófilo Jeffrey Epstein porque Trump aparece en ellos.
Veremos cuál de los dos personajes pierde más en el largo plazo y si el dardo de Musk pego debajo de la línea de flotación de Trump. Mientras nuestra presidente no tendrá mucho de qué preocuparse ya que dudo que Trump en estos días se acuerde de ella. Al tiempo…