En las últimas fechas el gobierno ya no presume el tipo de cambio del peso con el dólar de los Estados Unidos, que refleja la incertidumbre y muy probable regresión por la pésima y controvertida reforma judicial que impulsa López, y la gran incertidumbre que genera la próxima elección presidencial en el país vecino, por lo que al momento de escribir estas líneas el tipo de cambio reportaba $18.4524 por dólar, cuando hace solo una semana se cotizaba en $17.62 pesos por dólar.
Esto también obedece a que la inflación en México se aceleró en las ultimas fechas, impulsado por el alza de los precios de las frutas y verduras del 25.69% por lo que el índice inflacionario se situó en la primera quincena de julio al 5.61% anualizado, nivel similar al de mayo de 2023.
Esto adicionado a la fuerte depreciación del peso durante junio que afectó el flujo acumulado de capitales foráneos al mercado accionario local, pues este bajó 11.2% en dicho mes y alcanzó los 160 mil 211.8 millones de dólares, su menor nivel desde diciembre de 2022.
Aunado a esto, según cifras dadas a conocer por el Banco de México, la salida de capitales de los mercados accionarios mexicanos durante el primer semestre del año ascendió a 2 mil 759 millones de dólares, se trata de mayor salida para un periodo similar desde 2012.
Las cifras oficiales señalan que solo durante junio, los inversionistas extranjeros retiraron mil 217.8 millones de dólares de las bolsas accionarias locales, la segunda mayor salida de flujos de los últimos tres meses.
Solo en junio pasado, después de la jornada electoral de acuerdo con cifras del Banco de México, salieron 2.5 mil millones de dólares, como resultado del triunfo de Morena y la posibilidad de que la mayoría de ese partido en el Congreso de la Unión les permita hacer cambios graves a la Constitución.
Esta incertidumbre y salida de capitales permanecerá mientras siga la discusión de la reforma legislativa, si su producto es razonable no hay problema, de lo contrario pongamos focos rojos, ya que de seguro la economía pegará un salto, no muy positivo que digamos, y las cosas se descompongan rápidamente, cosa que la soberbia de López no le permite comprender en su venganza personal contra el Poder Judicial.
Otro factor que provoca esa incertidumbre es la relación del candidato Trump y su futuro candidato a vicepresidente, quienes señalan a nuestro país como el gran enemigo, señalando que nuestro presidente está a merced y voluntad de los narcotraficantes, afirmando que “México esta controlado por los cárteles y que son tan poderosos que pueden quitar al presidente de México en minutos”, incluso sugiriendo una probable asociación con estos y la repuesta de López en su show cómico-musical “La mañanera” fue decir que Trump es un “visionario”.
Para los candidatos de ambos partidos en el país vecino pareciera que todos los males de su país vienen desde México, luego entonces ya tienen dos enemigos: México y China.
Si gana Trump, este volverá a doblar al próximo Secretario de Economía, Marcelo Ebrard y a México con aranceles; declarará la guerra contra los carteles de las drogas realizando incursiones militares para “eliminar” a narcos en Jalisco, Sinaloa, Tamaulipas, Michoacán y Guerrero; cerrará completamente la frontera dejando a todos los migrantes en nuestro territorio; realizará deportaciones masivas de compatriotas que trabajan allá. ¿De verdad Trump es amigo de López y de nuestro país? Claro de no. Y mientras, López ignorando a Kamala Harris, (¿y si ella gana?) y además dejándonos conflictos diplomáticos con España, Canadá, Perú, Bolivia, Argentina y otros más. ¡Qué buena herencia nos deja!