En las últimas semanas caravanas de migrantes centroamericanos han realizado un auténtico éxodo a nuestro país.
El gobierno de México a través del Instituto Nacional de Migración (INM) reconoce que, a la fecha, han ingresado a territorio nacional, a través de distintos grupos, nueve mil 471 pobladores centroamericanos.
El INM describe que del primer conjunto llegaron 5 mil 981 convecinos centroamericanos; del siguiente mil 273 y del tercero 2 mil 217 lugareños.
Muchos de estos hermanos centroamericanos se aferraron a la creencia de que cuando llegaran a la frontera, el corazón del mandatario norteamericano DONALD TRUMP, se conmovería y las puertas mágicamente se abrirían.
Respecto a este fenómeno migratorio el mandatario mexicano, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, dijo que espera pronto una comunicación para abordar esta problemática migratoria con el presidente de Estados Unidos, DONALD TRUMP, con quien mantiene “buenas relaciones”.
Explicó que el nuevo Gobierno tratará la migración de manera “integral”.
“Nos importa mucho llegar a un acuerdo de inversión entre empresa y gobierno para impulsar la actividad productiva y crear empleos en Centroamérica y en nuestro país. Esta es la opción que vemos para atender de fondo el problema migratorio”, apuntó LOPEZ OBRADOR.
Anteriormente, todavía como presidente electo, comentó: “A partir del 1 de diciembre, vamos a ofrecer empleo, trabajo a migrantes centroamericanos, ese es un plan que tenemos; que el que quiera trabajar en nuestro país, va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo, estamos viendo eso. No es atender el asunto sólo con deportaciones o con medidas de fuerza, sino dando opciones, alternativas”.
Sin embargo, el gobierno mexicano corre el riesgo de ser ‘farol de la calle y oscuridad de la casa”.
La caravana de los “Pies Cansados”, de mil 300 indígenas tzotziles, en su mayoría niños, pertenecientes a cinco comunidades del municipio de Aldama, en el estado de Chiapas, se hallan desplazados.
Expulsados de Chenalhó por problemas políticos y religiosos, han soportado más de tres años fuera de su hogar sin haber sido atendidos.
Sobreviven con pocos alimentos, sin atención médica, duermen a la intemperie entre los cafetales, sin colchonetas ni cobertores y a merced de animales e insectos, en la comunidad Xuxchen.
“El gobierno solo nos engaña”, deploran.
Este es un grave pendiente que debería formar parte de una agenda urgente y descollada en la vida del país.
Migrantes: Pies Cansados
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Gerardo Viloria
Ciudad de México /