Antes de reabrir la investigación contra el exgobernador Humberto Moreira, el fiscal español José Grinda sentó, el 27 de febrero pasado, a casi una veintena de presuntos miembros de la organización criminal rusa Tambovskaya en el banquillo de la Audiencia Nacional para responder por los delitos de asociación ilícita y blanqueo de dinero.
Entre los acusados figuraban el diputado y empresario Vladislav Reznik —ligado al presidente Putin— y su esposa Diana Gindin.
En junio de 2008, la policía de España detuvo a 20 sospechosos en el marco de la «Operación Troika». Grinda (frente a quien el exsecretario de Finanzas de Coahuila, Javier Villarreal, acusó a Moreira de desviar dinero del erario a cuentas personales) denunció amenazas contra él y su familia.
Juan José Rosa, otro de los fiscales que investigan a Humberto Moreira, declaró sobre un escándalo de corrupción en su país: «En los últimos tiempos todos vemos que la gente ingresa a prisión y no se recupera dinero de los fondos públicos».
Uno de los cometidos de la Fiscalía Anticorrupción —advirtió— es «que se recupere un montante económico muy importante (…) y en eso estamos».
En México la justicia está al servicio del poder político y económico. Humberto Moreira fue virtualmente rescatado de la prisión española de Soto del Real, donde permaneció del 15 al 22 de enero de 2016, por el gobierno del presidente Peña.
Sin embargo, los fiscales Grinda y Rosa tienen en su poder información para llevarlo a la Audiencia Nacional. Es cuestión de tiempo.
La atención se ha centrado en Humberto Moreira, pero el nombre de su hermano Rubén, a quien heredó el cargo, también ha sido citado en una corte federal en San Antonio, Texas, en un juicio contra el cartel de Los Zetas. Humberto ocupó la gubernatura entre 2005 y 2011, pero quien realmente ejerció el poder fue Rubén, el verdadero jefe del clan. Los ojos de Coahuila están puestos en España y Estados Unidos en espera de justicia.
En ese afán, los fiscales Grinda y Rosa son aliados de los coahuilenses. Debería serlo el Sistema Estatal Anticorrupción, pero su compromiso es con sus jefes: los Moreira.
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