En una medición reciente realizada por Parametría sabemos que los niveles de conocimiento de la elección han aumentado considerablemente. Las personas que saben de la fecha exacta de la elección llegan a 35 por ciento de la población. Muy superiores a las mediciones anteriores. Ello no significa que ese porcentaje de gente vaya a salir a votar, pero ciertamente muestra mayor interés en la elección.


Estos números son similares a los que se reportaron antes de la elección de revocación de mandato. Este dato no deja de ser un referente, pero no significa que sea un indicador. Las condiciones son muy distintas a las de abril de 2022. Para esa elección el nivel de participación fue del 17.5 por ciento de la población. Finalmente, dependerá de los niveles de movilización el día de la elección.

Para una elección tan inusual como la que nos ocupa, es preciso hacer varias distinciones entre los electores. Se aplicaron filtros de niveles de información de aquellos que conocían la fecha de la elección con precisión y los que manifestaron haber votado en abril 2022 por la revocación de mandato.
Sabemos que entre el público abierto el voto va a ser disperso. Son tantas las opciones que es inevitable que el voto se reparta entre más de 30 opciones de hombres o mujeres. En términos de medición, es tan disperso el voto que es difícil determinar quién tiene un nivel más alto de conocimiento o de preferencia. De hecho, podríamos decir que la mayoría se encuentra en margen de error. Estos niveles en general no superan el 15 por ciento.
Cuando aplicamos ambos filtros, es evidente que los candidatos del oficialismo destacan. En particular, las candidatas del oficialismo tienen números que se distinguen de las demás. Entre los hombres esta distinción no es tan clara. El orden de la boleta es un elemento fundamental. Sobre todo porque ante un listado tan largo es evidente que quien va adelante en la boleta lleva alguna ventaja.
El elector no tendrá tiempo para leer todos los nombres. Aun si cuenta con un listado (acordeón) que le indica por quién votar. En general, aquellos candidatos que van al final de la lista se verán más perjudicados. Puede ser muy irónico o injusto, pero a aquellos que por orden alfabético aparecen primero en la boleta les irá mejor. Esta podría ser otra razón de crítica a la elección.
Todos los resultados finalmente dependerán de cómo votarán los electores movilizados. Algo que es muy complicado de medir. Lo más probable es que las mediciones preelectorales no se parezcan al resultado final. Lo cierto es que estos números marcan tendencia.
Finalmente, en resumen, los dos elementos de error en las mediciones serán los “acordeones” que llevará cada elector que fueron movilizados, y dos, las mesas donde se contarán las votaciones. A partir de las diferencias y los resultados vendrá otro tipo de análisis que reportará la diferencia entre medición antes de la elección judicial y resultados. Todos estos números al final nos hablarán del nivel de legitimidad de la elección.