La pasada elección para gobernador en Coahuila, estuvieron llenas de irregularidades no hay duda, y como en política no hay casualidades, tampoco se podría dudar que estas fueron producto un muy profesional trabajo de planeación y estructuración, tantas fallas en un día, imposible, ni el más ingenuo lo cree. Una muy probable causa es porque no podían dejar a la suerte y mucho menos a la democracia el resultado de la votación. Había y hay mucho riesgo como para que la democracia lo decida. Demasiadas irregularidades a lo largo de más de diez años como para no cargar los dados.
Lo interesante es que todo lo anterior no sólo lo digo yo, lo dice la mayoría de la población y también lo dicen los analistas y editorialistas más importantes del país, a manera de ejemplo:
Pepe Cárdenas comenta, “No tenemos políticos a la altura de las herramientas que nos brinda la moderna tecnología. Ahí está el caso del Gobernador de Coahuila, que descaradamente le pretende heredar el cargo de poder sin pudor a su entenado, para que le cuide la espalda, no le importa atropellar lo que sea necesario, gastar lo que haga falta, con tal de que el PRI gane o arrebate el triunfo”. Carlos Loret dice, “El desaseo del IEC merece una sanción, uno de los consejeros tiene un pasado atrozmente priista, no puede tener ese CV y dárselas de autónomo.
Casualmente el PREP funciono perfectamente en Edomex y Nayarit, pero en Coahuila lo paran al 72%, nunca antes visto en el país, escandaloso derroche de dinero que casualmente las autoridades no vieron, mucha falta de capacitación”
EL Jefe Diego, explica que, “en este caso la gravedad no tiene límite, porque es la autoridad electoral la que está haciendo las trapacerías, ya habíamos superado que el órgano electoral hiciera este tipo de felonías y esto, si indigna y establece una actitud del Gobierno que no podemos consentir los mexicanos. El mismo Presidente del INE, comenta que el proceso fue atípico, lo que eso signifique.
Los únicos que defienden las elecciones, son los que hoy se dicen ganadores con el 23.3% del padrón electoral, cantidad que no les da autoridad para validar que no hubo fraude. En fin, haiga sido como haiga sido, todos los caminos conducen al IEC.
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