Por segunda ocasión, la conductora de la revista matutina Hoy, que se difunde por el Canal 2 de Televisa, generó polémica al pisar terrenos del periodismo con piezas que parecen hechas "a modo" para realizar propaganda en favor del gobierno en turno. En agosto de 2014, en compañía de otro conductor de ese programa, Raúl Araiza, entrevistó a Enrique Peña Nieto sobre el tema de las "reformas estructurales". La actitud de Legarreta y Araiza fue muy cuestionada porque no hicieron ninguna pregunta que buscara profundizar en el asunto; por el contrario, permanecieron pasivos, simplemente escuchando a Peña, y al final la conductora exclamó: "Es muy motivante, emociona escucharlo" (https://www.youtube.com/watch?v=uQc15CJC6MM).
GÉNERO DE OPINIÓN
La semana pasada, Andrea Legarreta —otra vez acompañada por Araiza— protagonizó un nuevo episodio polémico al incidir en el género de opinión y emitir juicios sobre la situación de la economía mexicana. Que Legarreta, Araiza o cualquier otro conductor de Hoy emitan opiniones a través del medio televisivo no tendría nada de cuestionable; sin embargo, la actriz "confesó" que las palabras pronunciadas por ella no constituían su opinión, sino que estaban en el guión del programa, colocadas ahí por petición de "un anunciante", y ella, como conductora del mismo, las dijo al aire.
Legarreta exculpó al gobierno de México por el deterioro de la moneda mexicana frente a la estadunidense y exaltó el hecho de que, según ella, "los precios del teléfono, la electricidad y la gasolina bajaron durante 2015". Nada que no hubiera firmado un funcionario del gabinete económico, pero provocó molestia entre usuarios de redes sociales que de inmediato criticaron sus afirmaciones.
PROPAGANDA SIMULADA
Para defenderse, Andrea Legarreta aludió a una práctica mediática de cuya existencia se tiene noticia desde hace mucho tiempo, pero es difícil demostrar desde afuera: el pago de dinero para que un medio difunda determinados contenidos de manera engañosa, disfrazando de información u opinión periodística lo que en realidad es propaganda o publicidad; la conductora, desde adentro, se encargó de confirmar su existencia. En su cuenta de Twitter escribió: "A ver... Les platico que en un programa de televisión los contenidos, menciones y secciones NO LOS ESCRIBIMOS los conductores... Y por lo tanto no todo son opiniones personales (los textos leídos) son escritos por los anunciantes y nosotros solo somos el medio para hacerle llegar al público lo que esos anunciantes quieren compartir... eso no significa que sea nuestra opinión o punto de vista".
CLAUSULA DE CONCIENCIA
De esa manera quedó confirmado que por lo menos en ese programa se lleva a cabo una práctica que viola lo dispuesto en la Constitución, cuyo artículo sexto establece: "Se prohíbe la transmisión de publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa". No se sabe quién fue el anunciante que pagó para que en Hoy, de manera engañosa, se hiciera propaganda a través de una pieza disfrazada de opinión periodística. Televisa tendría que aclarar si el texto interpretado por los conductores de Hoy forma parte de su postura editorial o correspondió, como dijo Andrea Legarreta, a un anuncio pagado.
Aunque de manera tangencial el caso toca otro aspecto del periodismo: la cláusula de conciencia. Hace unos años, Víctor Núñez Jaime escribió una anécdota que le contó el escritor y periodista Tomás Eloy Martínez (MILENIO Diario, suplemento Laberinto, 6 de febrero de 2010): "En 1961, cuando (Tomás Eloy Martínez) se hacía cargo de las críticas cinematográficas del diario La Nación, sus textos combativos generaron resentimientos entre la gente de la industria. Un día, una importante distribuidora de películas estadunidenses decidió retirar su publicidad del periódico. Entonces uno de sus jefes lo llamó a su despacho:
— ¿Usted sabe que es un empleado?
—Por supuesto.
—Y como empleado tiene que hacer lo que se le mande.
—Por supuesto. Por eso recibo un salario quincenal.
—Entonces, a partir de ahora, se le indicará lo que tiene que escribir sobre cada película.
—Con todo gusto. Pero si es así espero que retiren mi firma.
—Ah, eso no. Si retiramos su firma parecería que el diario lo está censurando.
—Entonces no puedo hacer lo que usted me pide. Mi trabajo está en venta, mi firma no.
DERECHO DE PERIODISTAS
Seguramente a Andrea Legarreta no le interesó hacer un reclamo como el de Tomás Eloy Martínez, pero sí a muchos periodistas y quizá también a conductores de radio o tv en el caso de verse involucrados en una situación como la ocurrida en Hoy y no quieran ser parte de ella. Por eso la "cláusula de conciencia", el derecho de los periodistas a protegerse de abusos como el que relató Eloy Martínez tiene que formar parte de la legislación mexicana.