
Davos. Una pequeña ciudad en los Alpes suizos que, cada enero, se convierte en el epicentro del pensamiento global. Este año marco mi octava visita al Foro Económico Mundial, aunque, siendo sincero, he perdido la cuenta. Cada experiencia aquí ha sido única, cada encuentro, inolvidable.
Mi primera vez fue allá por 2009 o 2010, cuando trabajaba en ProMéxico. Mi misión era clara: promover inversiones para el país, atraer proyectos innovadores y fortalecer nuestra presencia en el mapa económico global. En ese entonces, era un mundo completamente nuevo para mí: un foro que congrega a líderes globales, innovadores tecnológicos, economistas, activistas y hasta jefes de Estado, todos enfocados en construir soluciones para los desafíos más grandes del planeta.
Davos no es solo un lugar. Es un símbolo. Aquí, las mentes más brillantes del mundo —desde emprendedores tecnológicos hasta diplomáticos— se reúnen para abordar temas críticos como la inteligencia artificial, el cambio climático, la inclusión de género, la lucha contra la pobreza y más. Incluso enemigos históricos se han sentado en la misma mesa con el objetivo de encontrar puntos en común. ¡El año pasado, el presidente de Ucrania y el de China coincidieron en este mismo foro! Ese es el poder de convocatoria de Davos: unir perspectivas, incluso opuestas, en busca de soluciones.
Para mí, Davos es inspiración pura. Es un recordatorio de que los problemas globales requieren colaboración global, especialmente en un mundo donde el liderazgo parece escasear y muchos países optan por mirar hacia adentro. Foros como este mantienen vivas las agendas que realmente importan: desde el comercio global hasta la no proliferación de armas nucleares, pasando por avances médicos como la cura del cáncer.
Sí, llegar aquí no es fácil. Es un viaje complicado y, además, costoso. Pero una vez que estás aquí, te das cuenta de que vale la pena. Cada conversación, cada sesión, cada idea te empuja a pensar más allá de lo inmediato y a soñar con un mundo mejor.
En los próximos días, compartiré con ustedes los temas más relevantes, los aprendizajes más valiosos y los momentos más destacados de esta experiencia.
¡Esto es Davos! Y, como cada año, estoy listo para absorber todo lo que este foro tiene para ofrecer.
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LinkedIn Enrique Perret Erhard