La alianza opositora se encontró y asestó un gancho al hígado al régimen. Con 223 votos en la Cámara de Diputados, frenó el proyecto de reforma eléctrica.
No es cosa menor. Sus miembros probaron lo que se siente y lo que pueden realizar. Es la primera vez.
Esto implica que el modelo constitucional difícilmente se tocará en lo que resta del sexenio y, por ende, si el Poder Judicial Federal hace bien lo que le corresponde, cualquier ley que presente el Ejecutivo tendrá que adecuarse a ese marco.
Viene a colación esta reflexión porque están en puerta dos intentos anunciados por Andrés Manuel que requieren mayoría calificada para cambiar la Constitución. Se trata de temas que impactan en la columna democrática de cualquier país. Confirmó que mantiene entre sus planes enviar iniciativas en materia electoral y de la Guardia Nacional. “Es asunto de principios… No es ganar y ganar y ganar. Así, vamos a comprarlos… vamos a cooptarlos y se logra, sin problema”, aseveró.
¿Comprará a miembros de otros partidos para alcanzar las dos terceras partes que necesita en el Legislativo? Dijo que no, pero el Presidente es hombre de campaña. Sus dichos no son azarosos, son mensajes.
El tiempo es poco y sus recursos se menguaron el fin de semana. Los adversarios venderán caro su amor.
Con el resultado del domingo:
-La alianza PRI-PAN-PRD-MC se fortalece.
-Morena-Gobierno se debilita. Los “traidores” (AMLO dixit) no solo están afuera. Las divisiones internas se agudizan conforme se acerca la hora de la definición sucesoria.
-El Instituto Nacional Electoral respira. Probablemente los esfuerzos reformistas de los otrora representantes en el IFE y hoy miembros de la administración, Pablo Gómez y Horacio Duarte, se queden en el tintero.
-López Obrador se radicaliza en el discurso y en las presiones a través de Hacienda, Gobernación y FGR.
-La Suprema Corte toma nota, pues no puede seguir quedando, a costa de la constitucionalidad de las normas, como comparsa maromera de la 4T.
Aquí entre nos
Nos urgen debates serios y acciones que protejan a la ciudadanía de los abusos, saqueos y acciones del crimen en áreas estratégicas de la Nación.
Pero se puso color Morena y resultó contradictorio hablar de combate a la corrupción y al mismo tiempo defender a Manuel Bartlett.
Así, no se puede.
Elisa Alanís
@elisaalanis
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