¿Nos podemos imaginar la capacidad destructora y violenta que se requiere para atacar y desaparecer a 43 jóvenes (la mayoría rondando los 19 años) que están juntos y en la plenitud de su existencia?
De ese tamaño es el horror que habita mi país. Es el crimen que creció, amenazó, cooptó y llegó a formar gobiernos.
Hoy se cumplen 9 años de la desaparición forzada de los alumnos de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa. Hoy sabemos que los perpetradores son miembros del hampa en el poder: fuerzas armadas, cárteles, policías y servidores públicos de los tres niveles. Hoy sabemos que manipularon pruebas para protegerse. Hoy sabemos que hay detenidos, pero la estructura delictiva permanece intacta. Hoy sabemos que, en vez de ser investigados, hay funcionarios rescatados y hasta impulsados a candidaturas. Lo que no sabemos es en dónde están los estudiantes. Nos faltan 43:
Abel García Hernández
Abelardo Vázquez Penitén
Adán Abraján de la Cruz
Antonio Santana Maestro
Alexander Mora Venancio
Benjamín Ascencio Bautista
Bernardo Flores Alcaraz
Carlos Iván Ramírez Villarreal
Carlos Lorenzo Hernández Muñoz
César Manuel González Hernández
Christian Alfonso Rodríguez Telumbre
Christian Tomás Colón Garnica
Cutberto Ortiz Ramos
Doriam González Parral
Emiliano Alen Gaspar de la Cruz
Everardo Rodríguez Bello
Felipe Arnulfo Rosas
Giovanni Galindrez Guerrero
Israel Caballero Sánchez
Israel Jacinto Lugardo
Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa
Jhosivani Guerrero de la Cruz
Jonás Trujillo González
Jorge Álvarez Nava
Jorge Aníbal Cruz Mendoza
Jorge Antonio Tizapa Legideño
Jorge Luis González Parral
José Ángel Campos Cantor
José Ángel Navarrete González
José Eduardo Bartolo Tlatempa
José Luis Luna Torres
Julio César López Patoltzin
Leonel Castro Abarca
Luis Ángel Abarca Carrillo
Luis Ángel Francisco Arzola
Magdaleno Rubén Lauro Villegas
Marcial Pablo Baranda
Marco Antonio Gómez Molina
Martín Getsemany Sánchez García
Mauricio Ortega Valero
Miguel Ángel Hernández Martínez
Miguel Ángel Mendoza Zacarías
Saúl Bruno García
Y nos faltan miles de personas más.
Aquí entre nos
Son 9 años de colusión en el caso Iguala. El delito de desaparición forzada se comete en presente. Por ello: es el Estado.