Trump, como lo prometió, lo hizo.
Confirmó la emergencia nacional en la frontera con México y la designación de cárteles como Agrupaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés). Fueron sus primeras declaraciones y ovaciones durante su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos.
Es muy pronto para conocer los detalles y las aristas que tendrán las instrucciones concretas que dé, pero podemos adelantar panoramas a corto y mediano plazo.
Las consecuencias las pagarán no solo delincuentes, sino además muchas personas inocentes.
A pesar de la forma en la que se refiere a “millones y millones de extranjeros criminales” que serán devueltos a sus lugares de origen, las deportaciones estarán repletas de historias desgarradoras, de gente buena que busca huir de la inseguridad y/o tener mejores condiciones de vida.
Sobre las Foreign Terrorist Organizations, la dimensión del impacto en la población dependerá de las estrategias que impulse el mandatario estadunidense.
Más allá de la retórica doméstica a la que nos tiene acostumbrada el obradorismo, la presidenta Claudia Sheinbaum deberá, por una parte, buscar el diálogo y la cooperación, y, por otra, reconocer la penetración del narco en los gobiernos y partidos mexicanos, así como la responsabilidad del último sexenio que, también, “dejó ser y hacer a sus anchas” (por decirlo de alguna manera) a la delincuencia organizada.
Después de la extracción de Ismael El Mayo Zambada de territorio nacional y su aprehensión en suelo estadunidense (sin aviso alguno a Andrés Manuel, por la poca confianza que ya le tenían), el temor de una posible “invasión suave” (como lo publicó la revista Rolling Stone) y el miedo de detenciones a políticos permeó entre funcionarios del más alto nivel.
Ahora, la administración de Donald podría obviar esa “suavidad” y ordenar incursiones abiertas. Suena extremo, pero ¿aún nos sorprendería?
Es importante que se tomen decisiones bilaterales que combatan, realmente, a las organizaciones terroristas y a las autoridades, sus facilitadores y colaboradores, que nos han dejado esta estela de violencia, dolor y muerte.
Aquí entre nos
Y el primer miembro del gabinete en ser confirmado por el Senado arrasó. Por unanimidad, con 99 votos a favor y 0 en contra, Marco Rubio se convirtió en el Secretario de Estado de EU.