Nos gusten o no los contenidos, el Martes del jaguar de Layda Sansores es un espectáculo exitoso.
Cumplió, por ejemplo, con su extorsionador cometido de balconear a Alejandro Moreno y luego dejarlo en paz, por lo menos un tiempo, cuando se sumó a los deseos militaristas del Ejecutivo.
Tal vez en este sexenio el “mal gusto” sea más efectivo que la ley. Me refiero a las palabras del Presidente sobre las filtraciones de Layda.
La ley no les importa, pero… ¿lo otro?
Le preguntaron a López Obrador sobre el posible audio en contra de Ricardo Monreal y respondió que es “de mal gusto”. Que no funciona, que a veces tiene efecto de boomerang.
¿El mensaje desde la conferencia mañanera evitará que Sansores revele conversaciones incómodas del coordinador de Morena en el Senado? ¿La intencionalidad política de exhibir a personajes pasa por la aprobación de Andrés Manuel?
Lo sabremos en la noche. Mientras escribo estas líneas, aún no tenemos certeza. La gobernadora ha estado que sí, que no, que quién sabe.
El fin de semana comentó que haría público un nuevo audio, de esos que se consiguen violando la ley y que destrozan la mucha o poca (generalmente esto último) reputación que tienen los políticos.
El fin de semana dirigió la amenaza contra Ricardo.
Algo sucedió en el inter, porque después difundió en su cuenta de Twitter: “Para no generar malas interpretaciones, he decidido no tocar el tema de Ricardo Monreal”.
El legislador ya había reaccionado. Y después la mandataria campechana informó que “siempre sí Monreal” porque, “lejos de ser prudente”, la acusó de guerra sucia y de fracturar al movimiento.
AMLO dijo que quiere y admira mucho a Layda y que respeta a Monreal.
¿Qué pesará más en este circo de tres pistas? Lo veremos en unos momentos, porque… es Martes del jaguar.
Mientras tanto, la injusticia, violencia e impunidad son cosas de todos los días.
Aquí entre nos
En Caborca, Marco Antonio acababa de casarse y salía de la iglesia cuando lo asesinaron. Alfonso Durazo, ex secretario de Seguridad durante el “culiacanazo” y hoy gobernador de Sonora, comentó que “no hay mayor motivo para un ánimo de psicosis” y que las pesquisas apuntan a un ataque dirigido. ¡Ah, bueno!
Para colmo, la fiscalía informó que los criminales podrían haberse confundido de novio.
Pasamos del “se matan entre ellos en ataques dirigidos” a “se matan entre ellos y se dan el lujo de equivocarse”. Todo mal.
Elisa Alanís
@elisaalanis
Facebook: Elisa-Alanís-Zurutuza
