Olvidemos por un instante los escándalos de sobornos transexenales, como los de Odebrecht, y la maquinaria de desvíos de recursos en la administración anterior, como la “estafa maestra”.
Pensemos por unos minutos tan solo en el alcance de las pesquisas que se llevan acabo en contra del funcionario de la PGR peñista, Tomás Zerón —por el caso Iguala—, y del poderoso subalterno de García Luna en el gobierno calderonista, Luis Cárdenas Palomino —por casos como el de Florence Cassez e Israel Vallarta—.
Además, reparemos en las acusaciones en Estados Unidos, por vínculos con el narcotráfico, en contra de los brazos ejecutores de la política de seguridad de Calderón Hinojosa.
Se trata de policías y personajes que tuvieron el poder, con la posibilidad de torturar, encarcelar y desviar la atención sembrando evidencia, difundiendo noticias falsas o engañosas, creando culpables. Se trata de delincuentes encubriendo a criminales. Y no se mandaron solos.
Hay evidencia videográfica de los discursos de apoyo de FCH y EPN a la labor de sus subalternos hoy prófugos de la justicia o encarcelados en Nueva York.
Calderón se atrevió a confrontar al ex mandatario de Francia con tal de sostener las violentas acciones de García Luna y Cárdenas Palomino. Enrique Peña, hasta el final de su gestión defendió la “verdad histórica”.
De confirmarse los delitos en contra de Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino y Tomás Zerón de Lucio, ¿de qué estaríamos hablando?
Estaríamos hablando de ex presidentes que, además de corruptelas, serían cómplices de crímenes atroces e imprescriptibles.
Aquí entre nos
Guadalupe Vallarta, hermana de Israel —quien después de 15 años sigue preso y sin sentencia— y cuyos familiares señalan a Cárdenas Palomino como uno de sus torturadores, tiene temor.
En MILENIO Tv me comentó que unos hombres la fueron a buscar a su casa. Preguntaron por “las Guadalupes”. Se refirieron también a Guadalupe Lizárraga, periodista que ha dado seguimiento al caso Wallace y ha sido acosada por ello.
Es hora de que dejen en paz a las víctimas, familias enteras, de García Luna y sus secuaces.
@elisaalanis
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