La expresión “justa medianía” es famosa porque la usó Benito Juárez para referirse a su manera de vivir. Solía decir que no aspiraba ni a la riqueza ni a lujos, pero tampoco a la miseria, sino a una “justa medianía”, es decir, a un estado de equilibrio, digno, decoroso y suficiente.
Un siglo y medio después, el ex presidente López Obrador retomó la histórica expresión para marcar su distancia frente a los lujos del poder, diferenciarse de los gobiernos priistas y panistas y fundamentar su principio de austeridad republicana. Sin embargo, su gesto se convirtió en blanco de burlas y críticas duras por parte de la oposición, que lo cuestiona sin reservas.
La oposición aprovecha la oportunidad para criticar lo que considera un mal uso de la frase justa medianía: por ejemplo, Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización Nacional de Morena, por su viaje a Japón a mediados de julio y haberse hospedado en un hotel de cinco estrellas, y Gerardo Fernández Noroña, ex presidente del Senado, por su viaje a España en marzo de 2025 en clase business con Air France.
Ambos hicieron uso de sus recursos, no de recursos públicos.
La función de la oposición es criticar, pero ésta solo puede dar en el blanco cuando demuestra la verdad de su dicho. Y en el caso de la justa medianía retomada por Andrés Manuel, no es una norma jurídica, es un principio ético político, no exigible ni vinculante.
La oposición ve válida esta crítica porque Morena se define como un partido de izquierda, muy distinta a la de antes de la caída del Muro de Berlín. Cuando apenas se vislumbra la teoría marxista, se suele creer que los izquierdistas buscan la pobreza para compartir todo lo que producen.
No es así. El artículo 12 de la derogada Constitución de la desaparecida URSS dice: “El trabajo en la URSS es una obligación y una causa de honor de cada ciudadano apto para el mismo, de acuerdo con el principio de: el que no trabaja, no come. En la URSS se cumple el principio del socialismo: “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo”. Obsérvese que este texto coincide con la justa medianía juarista.