Estamos a cinco días de dar una vuelta más al sol. Felicidades a todos los seres racionales de la Tierra, responsables de conservar, preservar y mejorar la diversidad ecológica en la que vivimos.
En Monterrey he tenido el gusto de conocer y conversar con dos caballeros que ya han cruzado el umbral del siglo: don Luis Santos de la Garza, con 102 vueltas alrededor del sol, abogado y político militante de Acción Nacional; y don Benjamín T. Félix Güereña, el duodécimo hermano de la diva del cine mexicano, María Félix, quien el próximo 17 de marzo cumplirá 104 años.
Por tradición, públicamente miramos a quienes llegan justo al comenzar el año; en algunas ciudades, incluso, se honra a sus madres. Pero olvidamos referirnos a quienes ya han recorrido largos trechos del camino; pasamos por alto a las personas de la tercera y de muy avanzada edad, cuya presencia silenciosa encarna la memoria, la experiencia y el esfuerzo de generaciones.
Ellas y ellos también estrenan esperanzas y enfrentan desafíos cada nuevo año: lo reciben con la serenidad y la templanza de quien ha visto cumplir promesas y desbaratar sueños y, aun así, conservan la esperanza de que el mundo todavía pueda ser un poco mejor.
Vivir la tercera edad –o una edad muy avanzada– con buen estado de salud puede permitir ver y valorar mejor los “cambios generacionales” que el paso del tiempo trae consigo, entre otros:
Demográficos: personas que inician y concluyen sus estudios, que trabajan, se desarrollan y participan en muchas cosas, entre otras la política, mientras que otros se jubilan, se retiran de la vida pública.
Culturales y de valores: ver cómo cambian las actitudes sobre temas como la familia, el trabajo, el género, medio ambiente, la tecnología… aparecen nuevas nociones de autoridad, de justicia y libertad…
Y por último, los cambios institucionales y tecnológicos: en los primeros surgen nuevas organizaciones; empresas y gobiernos se adaptan –o resisten– a nuevas formas de dirigir y decidir. Los segundos aparecen como neutrales y no ideológicos, lo que es falso. El principal reto que enfrentaremos en el 2026 es la inteligencia artificial.
