En el tema de la interrupción legal del embarazo, o lo que es lo mismo la despenalización del aborto para Hidalgo, surgen preguntas y salen a la luz hechos que dejan un mal sabor de boca en un tema que debiera ser toda transparencia y debate abierto entre los sectores de la sociedad.
Pese a los esfuerzos por sacar adelante la iniciativa desde los primeros meses del año, la realidad es que hoy se encuentra en la congeladora todo lo relacionado con la palabra aborto y parece ser ya un tema proscrito por los propios grupos parlamentarios.
Hidalgo no será la tercera o cuarta entidad en legalizar la interrupción del embarazo cuando no es deseado o cuando se presente casos de violación, agresiones sexuales y embarazos adolescentes, y eso queda claro cuando el asunto está más politizado y radicalizado que otra cosa.
Ayer por segunda sesión consecutiva se presentaron al Congreso personas que no apoyan el aborto y están en contra de sus impulsores, montando pancartas con leyendas e imágenes de abortos practicados clandestinamente junto a la foto de diputados, algo que además de no ser prudente puede tomarse como una agresión directa y amenaza.
Los famosos grupos pro vida o de la Ola Celeste, no parecen ser lo más sesudos que digamos e incluso no se muestran abiertos a un dialogo, simplemente quieren que se deseche la iniciativa y para ello están dispuestos a arriesgar sus vidas –que curioso- en defensa de las otras.
Del otro lado están las mujeres que han llevado el tema al punto más alto, la Marea Verde, que lleva meses empujando los argumentos y la propuesta para que la mujer decida sobre su cuerpo.
¿A quién asiste la razón?, lo único que es real, producto de todo este debate, es que la iniciativa para despenalizar el aborto en Hidalgo se encuentra más congelada que nada.
twitter: @laloflu