El anuncio de la salida de Arturo Herrera en la antesala del Banco de México y su evidente arribo a Hidalgo, estado de donde es originario, fue tomado como un verdadero buscapiés morenista.
En pleno proceso interno del partido obradorista para poder definir a los finalistas hacia su encuesta interna de donde habrá de salir su candidato o candidata al gobierno del estado, irrumpe la noticia de Herrera Gutiérrez, que para muchos ya es interpretado como una opción más en la baraja de suspirantes.
Es decir, de 52 se pasa a 53 y con un peso superior en apariencia, al ser un personaje proveniente nada más y nada menos que del gabinete presencial, que por mucho tiempo, desde 2018 a la fecha, ha sido mencionado de forma constante como un alfil político para Andrés Manuel López Obrador en Hidalgo.
Como secretario de Hacienda, Arturo Herrera recibió varias encomiendas para el estado: dotar de presupuesto federal a proyectos como la carretera Pachuca-Huejutla, coordinar acciones de fondos para seguridad y planes sociales del Bienestar, asegurarse de que habría desarrollo en zonas marginadas y hasta el tema de lo que fue la elección municipal de 2020 en Pachuca. Algunas cosas salieron, otras no tanto como eran esperadas, pero al final, ahí está Arturo Herrera, siendo mencionado como serio contendiente para los demás aspirantes de Morena, aunque falta que él diga la última palabra.
¿A quién le conviene que pueda llegar el ex titular de la SHCP a la candidatura de Morena?, evidentemente a los adversarios del frente político, la coalición del PRI, PAN y PRD, pues convierte la contienda en una atractiva justa electoral de esas que ocupan a la maquinaria tricolor como en antaño.
Tampoco sería raro que al final el propio Herrera decline o simplemente desdeñe la opción de ser candidato, pues su propio perfil lo ha orientado a temas de planeación y estrategia económica, como actualmente realiza en la Ciudad de México al ser académico del Colmex.
Twitter: @laloflu