Aunque se debe reconocer un mediano esfuerzo por parte del gobierno para frenar la cacería furtiva y tráfico de especies pertenecientes a flora y fauna en riesgo de extinción, lo cierto también es que los presupuestos destinados a tareas adicionales son limitados, más bien raquíticos.
Esto ha provocado que organismos no gubernamentales, sin mayores recursos que los que proporcionan la iniciativa privada, se encuentren abocados a una tarea específica que debería corresponderle al estado que en su lista de prioridades no figura la protección al ambiente, porque ni flores ni animales votan.
La complicidad del gobierno es tal que ni siquiera al nivel de la educación fomenta el cuidado de las especies, sabedores claro que las generaciones sucesoras se han vuelto depredadoras por simple diversión lo que refleja esa insensibilidad transmitida desde las escuelas, desde sus casas.
La invasión de los hábitats y la permisividad de los municipios para que esto suceda sin ningún tipo de recato y menos sanciones también son factores que lastima a la naturaleza agraviada, lo que no sucede entre los gobernantes, entre los políticos que van y vienen.
Otra contribución indolente que es fácil advertir y que se combina entre sociedad mal educada y gobierno desentendido es la contaminación generada por un lado desde la industria, la que muy en particular en nuestra región aporta en buena medida a la afectación de ríos, lagunas y mares, ni que decir del suelo que pisamos y por el otro todo lo que desechamos en sitios inadecuados nosotros como sociedad irresponsable que ni siquiera somos objeto de sanciones.
Un tema que resulta inexplicable es que la ecología y el cuidado del medio ambiente permanezcan degradados ambos renglones y peor aún compartan presupuesto con las secretarías de obras públicas que siempre preferirán medio pavimentar una calle que enfocar programas responsables a cargo de expertos conocedores de la ciencia, no simples compadres desempleados. El problema no puede estirarse más o en corto tiempo lo lamentaremos.
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Hasta la próxima.