Que la discusión y votación de la reforma eléctrica desechada por la Cámara de Diputados dejó a la bancada del PVEM con dos bajas: Andrés Pintos, quien cambió la camiseta verde por la naranja para votar libremente contra la iniciativa presidencial, y Rocío Alexis Gamiño, que la noche del domingo votó contra el referido dictamen y ayer fue expulsada sin previo aviso de la llamada fracción “ecologista” por el atrevimiento de disentir.
Que el autor de los discursos de la jefa de Gobierno debe haber recibido de menos tarjeta amarilla después de que hizo decir ayer a Claudia Sheinbaum que “por la sabia decisión del presidente de la República se colocaron los restos de Sor Juana Inés de la Cruz en la Rotonda de las Personas Ilustres”, cuando en realidad ahí solo se develó un cenotafio, es decir, un monumento funerario, ya que los adjudicados a la monja descansan en el sotacoro del Auditorio Divino Narciso del Templo de San Jerónimo, de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Que frente al escenario de preferencias que se perfila en Hidalgo, desde Morena aseguran que el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, el priista Rubén Moreira, ha desplegado a un equipo de operadores para apoyar la candidatura de su esposa, Carolina Viggiano, abanderada de Va por México a la gubernatura, y se preguntan para qué tanta camioneta blindada. Y es que el temor no es para menos considerando que el PRI se juega en estas elecciones una hegemonía de 90 años en la entidad.
Que Lourdes Uranga, Elda Nevárez, Juan Bautista, Aicela Fernández, Leticia Carrasco, Juan Carlos Mendoza y Sara Hernández, integrantes del Comité Eureka, expusieron que el mejor homenaje a la fundadora de ese colectivo, Rosario Ibarra, es cumplir los acuerdos sobre acceso a la verdad y esclarecimiento histórico: “Hay que señalarlo: el resarcimiento a las víctimas y las garantías de no repetición se contradicen con el poder otorgado a las fuerzas castrenses”.