Que hoy en el día en que se conmemora a los pueblos mágicos, resulta relevante que la titular de la Secretaría de Turismo de Coahuila, Azucena Ramos Ramos señalara desde la cancelación por parte del Gobierno Federal del programa de Pueblos Mágicos, las siete localidades que cuentan con esa certificación en la entidad han dejado de percibir más de 60 millones de pesos, que servirían para llevar a cabo labores de rehabilitación y mantenimiento en esos espacios.
Desde el inicio de la actual administración federal, se eliminó la aportación que se hacía para cuidar la imagen de los Pueblos Mágicos a fin de impulsar el potencial turístico. Esa tarea está a cargo del Gobierno de Coahuila y de los municipios donde se asientan dichas localidades, mediante inversiones con las que se busca preservar la infraestructura y espacios públicos. Así que realmente hay muy poco qué celebrar.
Que la senadora Verónica Martínez dijo que uno de los mayores logros de la Cámara Alta fue la creación de un fondo permanente con recursos suficientes para el apoyo de las entidades federativas y municipios destinado al fortalecimiento de sus policías, el cual no podrá ser inferior en términos porcentuales al incremento que reciba la Fuerza Armada permanente y la Guardia Nacional para tareas de seguridad pública cada año.
Que en noviembre de 2015 un Román Alberto Cepeda González, con 20 años en el PRI demandaba piso parejo en el proceso de su partido para elegir candidato a gobernador. Incluso en ese entonces no descartaba participar como candidato independiente.
Finalmente fue institucional y apoyó a quien resultó candidato: Miguel Riquelme. Hoy el alcalde de Torreón vuelve a exigir piso parejo pero, a la vez, no deja de reconocer al mandatario lagunero como un gobernador fuerte con resultados positivos, que tiene a Coahuila en primer lugar nacional en varios rubros.
Es pronto para aventurar si Román Alberto tomará una decisión radical, y hay tiempo para conciliar posturas y diferencias. Riquelme Solís sigue apostando a que el diputado Eduardo Olmos cumpla la encomienda de lograr la unidad entre los actores políticos laguneros. Al presidente del Congreso Local le sigue faltando la cereza del pastel.
templete@milenio.com