Que en una misma jornada se dieron ejemplos de buena y mala vecindad municipal: ayer los gobiernos de Ecatepec y Tlalnepantla, dos de las localidades con mayor población del Estado de México, signaron un convenio de colaboración para reforzar la estrategia de seguridad en las zonas limítrofes. Evidentemente la ciudadanía podrá ver un beneficio tangible en este delicado tema.
Que sin embargo, este martes también, Tepotzotlán y Teoloyucan protagonizaron un deplorable sainete entre sus respectivas policías municipales en el Ejido de San Sebastián, población de la que se pelean la posesión territorial. Ahí, por la actividad de una obra, se suscitó un enfrentamiento donde participaron pobladores y elementos de ambas corporaciones de seguridad. Hubo disparos de armas de fuego con saldo de un elemento lesionado, cuatro trabajadores detenidos y dos patrullas dañadas.
Que mientras avanzan los trabajos de la comisión de límites territoriales en el Congreso, se debería meter orden y llamar a cuentas a los alcaldes de estos y otros municipios que mantienen disputas, pues cada vez se tornan más peligrosos los roces y sería descabellado esperar a que se llegue a una situación aún peor para empezar a tomar medidas que impongan la sensatez y la prudencia. A ver.
Que el Poder Legislativo del Estado de México fue uno de los pocos entes que salió limpio en la revisión de la Cuenta Pública del 2024 que hizo el Órgano Superior de Fiscalización de la entidad, pues no tuvo observaciones o recomendaciones ni fue cuestionado el desempeño de sus programas o el manejo que dio a los recursos usados durante el pasado ejercicio fiscal. Es justo reconocer los esfuerzos por la legalidad y buenas prácticas administrativas.