Que una alerta más en la complicada situación social proviene ahora de los líderes campesinos, quienes sostuvieron que han registrado una baja sostenida en los rendimientos del campo, principalmente de maíz, pues afirman que en los últimos cinco ciclos agrícolas han tenido un escalofriante desplome de obtener 2 millones 200 mil toneladas a alrededor de 500 mil toneladas actualmente.
Explican que el cambio climático les ha pegado con tubo y se enfrentan a sequías, lluvias atípicas, granizo y heladas anticipadas. La pregunta es ¿entonces qué fue a informar la Secretaria del Campo, María Eugenia Rojano, en su reciente comparecencia ante el Congreso mexiquense? ¿Sin maíz siempre sí hay país?
Que no dejan de sorprender las organizaciones que se dicen “sociales”, pero que en realidad son mafias del agua (y de un montón de cosas): la Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales; la Alianza de Autotransportistas, Comerciantes y Anexas de México, Sindicato Libertad, 25 de Marzo y compañía.
Durante años operaron con total descaro e hicieron del agua un negocio redondo. Mientras el costo regulado por 10 mil litros era de mil 131 pesos, los aguachicoleros la revendían con sobreprecios de hasta 59% más. Así convirtieron un derecho básico en mercancía, y la necesidad de la gente en ganancia personal.
Que el colmo el cinismo llega cuando, una vez clausurados los pozos, bloquean autopistas y avenidas bajo el argumento de “defender su trabajo”. Lo que realmente defienden es hacer negocio de algo que no es suyo, su sistema de extorsión disfrazado de sindicato y su estructura de chantaje, en la que, si un vecino no compraba a la pipa con el logotipo correcto, simplemente se quedaba sin agua.
Hoy el golpe que no vieron venir los dejó sin su mina líquida y por primera vez el Estado, con la gobernadora Delfina Gómez al frente, les cerró el grifo. Estas protestas ante la Operación Caudal recuerdan mucho a los bloqueos en el sur de estado ante el Operativo Liberación, en los que una presunta base social saca la cara para defender los intereses de unos cuantos que se están hinchando.
