Que en la selección para renovar tres consejerías para el Instituto Electoral del Estado de México ahora sí tendrán oportunidad los hombres y todo indica que al menos les darán dos de los tres espacios en el Consejo General, con lo cual se salvaguarda la paridad, pero el cuerpo colegiado seguirá dominado por mujeres que claramente pueden imponerse por su experiencia en el ramo electoral.
Llama la atención que varios viejos aspirantes ya están desempolvando sus documentos, a ver si ahora sí “es chicle”. Para los entes políticos que suelen moverse tras bambalinas son tiempos de poner toda la carne al asador. A ver cómo les va.
Que este proceso de selección no tiene por qué hacer ruido en la elección local en marcha, porque el actual consejero y las dos consejeras que serán relevados terminan su trabajo hasta finales de septiembre, después de las elecciones constitucionales, y si quieren tener un buen expediente para seguir creciendo profesionalmente, bien harían en salir con una estrellita en la frente y así tener posibilidades de buscar alguna otra chamba... ¿Quizá alguna magistratura? Al tiempo.
Que el Tribunal Electoral arrancó con la revisión de casos derivados del proceso comicial en marcha y de entrada, en un caso inédito, le enmendó la plana al IEEM en al menos cinco casos donde no hubo una correcta selección de vocalías electorales, dándole la razón a las demandantes, aspirantes a formar parte de estos organismos para el proceso en turno.
Que muy bisoño y de gran insensibilidad se mostró el político toluqueño morenista Gabriel Medina, quien para querer quedar bien con su futura Tlatoani nacional integró en una red de mensajería a un grupo de periodistas a fin de difundir temas de “Ciencia y Academia con Claudia”. Lo desafortunado y de mal gusto es que no consultó para ello a ninguno de los comunicadores y, peor, incluyó a una colega ya fallecida, lo que causó indignación.