“A la mitad del viaje de mi vida me encontré en una selva oscura, por haberme apartado del camino recto”
CANTO 1 La Divina Comedia
Apartarse de nuestros sueños e ilusiones, perder el sentido común y eclipsarla lógica más elemental cambiando el lenguaje, la jerarquía de valores y llamando prerrogativas el destruir la dignidad humana mediante leyes antivida, ecocidios, guerras armadas y biológicas es crear nuestro propio infierno aquí en la Tierra.
El infierno está en nuestra mente cuando nos llenamos de pensamientos y sentimientos tales que provocan en nosotros un estado de ser triste y depresivo; lleno de ira envidia y resentimiento. No está en el más allá, está en el más acá y dentro de nosotros.
El infierno lo creó Caín al matar a su hermano Abel. Y no se lo creo a Abel; se lo creo Caín así mismo al darle la espalda a su hermano.
¿Cuántos Caínes post modernos encontramos hoy?
El infierno lo creamos cada vez que crucificamos a la verdad con la mentira, fabricando noticias, líderes, valores y dinero falso.
Cuentan verdades a medias que son mentiras completas manipulando al pueblo a través de la pantalla y contando la historia que les conviene contar.
Creamos el infierno al comenzar a adorar el becerro del poder político y económico; pero no para servir, sino para servirse así mismos de una manera egoísta y partidista.
No le echemos la culpa a Dios cuando nos va mal del infierno que nosotros mismos nos hemos creado poniendo en riesgo el núcleo más sagrado como lo la familia a través de imposiciones ideológicas. Éstas ideas son tan relativas y carentes de lógica como aquellos que las cuentan.
Creamos nuestro infierno al desatar con toda intención; ya sea desde la silla de palacio nacional o desde el trono de nuestro egoísmo palabras que son semillas de división, de resentimiento y de frustración.
No le echemos la culpa a Dios del vacío que hemos dejado al omitir todo el bien y toda la bondad que los mexicanos generosos dejamos de hacer alimentando el lobo oscuro de nuestro corazón.
Nosotros mismos nos apartamos del camino recto de la vida y nos pusimos a las puertas del mismo infierno que nos auto creamos.
Y entonces, dice Dante ante las puertas del mismo infierno:
¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!
Todos en ésta vida hemos sufrido las consecuencias de nuestras decisiones y las de otros. Ley de vida. Pero en medio de ésta selva oscura y lejos del camino una idea clara tengo:
Hemos de tener por fuerza nuestro guía en el Infierno. Ese se llama Virgilio (La Razón-La Verdad).
Porque el problema es la ilusión y esperanza que sembraron en millones de mexicanos que han votado por el cambio al decir que el infierno con ellos es el cielo y la redención misma. Recuerden que la ilusión no termina con la desilusión sino cuando la realidad te alcanza y ya nos alcanzó.
Y debemos ser Virgilios para otros. Esa es nuestra misión y nuestra esperanza. No sea que contestemos como Caín ¿Acaso yo debo cuidar de mi hermano? O como dijo alguien antes los miles de muertos del país: Yo tengo otros datos...
Dante: ¿Eres Virgilio, pues, aquella fuente de quién mana tal río de elocuencia y verdad? - ¿Eres tú mi modelo y mi maestro?? La Divina Comedia
Lo más estúpido e imprudente que podríamos hacer en nuestra vida es querer atravesar éstos niveles del infierno solos y cegados por la ignorancia y la soberbia.
Me animo a escribir porque a las puertas del infierno estamos en éste final del 2022 cuando vemos a un México dividido; dónde la única prioridad es ver quién es la mejor corcholata presidencial; donde lo único seguro es que estamos más inseguros que nunca; donde en México todos los días es día de muertos, 138 mil y contando; donde hemos manejado la salud pública con intereses de partido y más de 3000 niños muertos por burocratizar los medicamentos oncológicos y un pésimo manejo de pandemia siendo el cuarto país con más muertos. Esto sin hablar del aumento de la pobreza y de una economía que no ha crecido sino que cada vez a los mexicanos nos alcanza menos.
Dante: “Conviene abandonar aquí todo temor; conviene que aquí termine toda cobardía. Hemos llegado al lugar donde te he dicho que verías a la dolorida gente, que ha perdido el bien de la inteligencia”.
CANTO 3 La Divina Comedia
Esto es un llamado a ser, como dice un amigo, un “Mexicano Generoso”. Y no se trata de dar dinero, las cosas más valiosas en la vida no las puedes comprar con dinero. Seamos ese Virgilio para muchos y escojamos nuestro Virgilio que nos guíe.
En México siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte.
Gracias a todos los que han sido mi Virgilio todos éstos años y me han acompañado y enseñado en éste peregrinar. Porque cuando más oscuro estuvo mi camino pude ver con más claridad a dónde tenía que ir. Porque gracias a ellos yo también lo puedo ser para otros... al fin veo la luz.
Diego Cardoso