Un término coloquial es el de: “hay niveles”, refiriéndose a la autoridad, capacidad, profundidad que se da cuando se compara algo, y justo es lo que quisiera comentarles con respecto a los medios de comunicación a raíz de este 8 y 9 de marzo.
Triste fue leer cómo una gran mayoría de medios solo mostró una cara de la marcha, la cara que vende, la cara que polemiza, la cara que genera comentarios, la de los desmanes hechos a lo largo de todos los kilómetros que caminaron ellas en diferentes partes de la República mexicana, ruptura de cristales, pintas en paredes, hogueras en plazas públicas, y es cierto, eso ocurrió, pero créame cuando le digo esto, cada vez es menos y en menor escala a años anteriores.
Quizá vaya siendo tiempo de que nosotros como medios, comencemos a hablar que la esencia de la marcha es, exigir justicia ante la violencia que se genera contra las mujeres e igualdad de sus derechos, que a pesar de que muchos digan que los hay, estos solo están en el papel, pero no en la práctica.
Por otro lado, el 9 de marzo ahora la cosa fue distinta a hace dos años, la verdad es que no tuvo mucho eco en la mujer trabajadora, cifras no oficiales hablan de que, apenas el 10 por ciento de esa fuerza laboral decidió parar, todas las demás continuaron sus labores como siempre, obvio que después de una pandemia tan larga, pocas pensaron en no asistir a trabajar, además de que en varios lugares la consigna fue pueden faltar pero se les descontará el día, y ya así planteado no se estuvo como para dejar de cobrar.
En fin, el 8 de marzo salieron a las calles para hacerse escuchar, y al día siguiente callaron, quedándose en casa para visibilizar el impacto que pueden causar.
David Aarón Cárdenas
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