Señor mío! Disculpe que le interrumpa en medio de su tlayuda y su atole de dedo, pero es que está subiendo mucho la epidemia en el reino ¿Qué hacemos?
- ¡Aj! ¿No sabej que mi tlayuda es sagrada? A vé, si ya te la sabes: dile a Chucholoxtli y a Santiagotl, ellos ya saben… así que compermisito, déjame seguir con mis austeroj alimentos en medio de este magnífico Palacio de la ostentación del pasado ¡slurp!
- Señor mío, pastor del rebaño, Chucholoxtli y Santiagotl ya lo intentaron y no prendió lo del “Pe-gansus” ¡necesitamos algo más!
- ¡Que le echen más aportaciones a la consulta, ¡perdón! más macaneo a mis adversarios y ya déjame que se me enfría mi tlayuda de lengua.
- ¡Pero amo, guía de los fraternos y azote de los aspiracionistas, ya lo anunciamos hasta en La Cornada, en el Once Sobres y nomás la gente se sigue quejando y enfermando!
- ¡Ajjj! A vej Maléfi… -¡QUÉ, QUÉEE! -Tú empezaste, cuídame la tlayuda que voy a pensar… ¡Que me traigan los mejores médicos que tengamos!
- Perdón su Ilustrísima pero ¿ya olvidó que los sacrificó en la pirámide del Ynsabitl? Ya no queda nada.
- ¡Carajo! ¡No me contradigas! -…Pero si eso lo ordenó usted, oh Amo… - ¡Tráiganse pues al brujo ese que nos queda y a su nahual…
- ¡Pero señor mío, impulsor de los oprimidos y terror de los emprendedores, ya nomás nos queda el que no le ha atinado ni una y su Tata que se duerme en las ceremonias del amanecer!
- ¡Que no me contradigas o te mando con Irmac Eréndiratl a la trajinera!
- Pero es que de veras, oh Señor sin crédito ni ahorros pero de espléndidas aportaciones espontáneas, el brujo tarhugo la vez pasada dijo que ya venía la tercera peste y fue al revés ¡hasta bajaron los enfermos y cuando dijo que iba a pasar pronto la epidemia se puso peor la cosa!
- ¡Que no me contradigas o te mando a la friend zone como a Marcelocutli! Si no dejé que me atendiera el brujito cuando me dio a mí la epidemia es porque yo sí me cuido, pero para el pueblo está bien él. –Es usted exacto pero perverso, Amo…
- ¡Ya ve y diles que cambien las señales del teponaztli:, que los toquidos que eran de alarma sean llamados a dar abrazos ¡y ya déjame terminar mi tlayuda!
Celso Mariño
celso03@icloud.com