¿Qué más echa a tierra los supuestos objetivos de la reforma al Poder Judicial?
De acuerdo con el cuadernillo difundido por el presidente, el tercer objetivo de la ofensiva obradorista es que el Poder Judicial tenga órganos administrativos y disciplinarios independientes y por ello -argumenta- debe sustituirse el actual Consejo de la Judicatura federal por un Tribunal de Disciplina Judicial integrado por cinco magistrados electos a nivel nacional para 6 años.
Mientras que Andrés Manuel López Obrador pretende desaparecer a la Judicatura actual y crear una nueva alineada a sus intereses de grupo -lo cual es más que evidente- él ha socavado instituciones tendientes a vigilar y sancionar los malos manejos en el Poder Ejecutivo: tiene estrangulado al IFAI, entidad que se venía manejando con independencia del poder público; controla a la Fiscalía General y a la Unidad de Inteligencia Financiera las que, es público y notorio dirían, las utiliza para perseguir a sus críticos.
La reforma habla de crear un órgano de Administración Judicial integrado por cinco perfiles nombrados por los tres Poderes creando más burocracia, pues la actual Judicatura realiza tanto la labor administrativa como de vigilancia y sanción.
El objetivo más divertido es sin duda el cuarto, no por su pretensión sino por sus alcances reales. El proyecto cita que para lograr una justicia expedita y equilibrio entre Poderes se deben tener nuevas reglas procesales: poner topes a la duración de los juicios, por ejemplo de 6 meses a los fiscales y de un año a los penales, pero también propone la barbaridad de prohibir “suspensiones contra leyes con efectos generales”, es decir, que nada detenga las iniciativas del obradorato o lo que es lo mismo “viva el imperio”.
Con estas medidas, de paso, López Obrador vende que se tendrá un mayor equilibrio entre los poderes, lo cual es todo lo contrario ya que el régimen obradorista podrá apoderarse de un jalón y en cuestión de meses de toda la estructura del Poder Judicial federal que ha costado más de un cuarto de siglo el profesionalizarlo y distanciarlo de los intereses gubernamentales. No es una reforma, es un abordaje al Poder Judicial.