Referente indispensable del entretenimiento y encarnación de la belleza masculina latina, ha muerto el rey indiscutible del llamado cine mexicano de destape: Andrés García.
El sex symbol que encendió las butacas de los cines con su presencia abismal en las películas de la picardía mexicana o sexicomedia, de las ficheras y chulos de barrio, del cine nacional de vaqueros y de las cintas del género de aventuras.
Inolvidable en la película —del género bestias y monstruos— Tintorera (1978, René Cardona Jr.), una historia sobre las pasiones humanas. El filme aborda la vida de Esteban y Miguel (uno de ellos personificado por el actor Hugo Stiglitz) que pasan sus días en el Caribe, ambos entretenidos con el poliamor jipi y la caza de tiburones. La cinta fue atrevida para la época y un éxito por sus escenas de desnudos.
Bello de noche y de día, la pantalla lo encajonó en el personaje del proxeneta (unas veces terrible y otras sentimental), del ‘cinturita’ de traje blanco y camisa negra. Su personaje determinante fue, sin duda, Pedro Navaja (1984), la historia sórdida de los cabarés donde la vida se disputa con “las manos siempre en los bolsillos del gabán, pa' que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal”.
El filme es una adaptación a la pieza musical y literaria creada por el panameño Rubén Blades, una canción crónica (de genial escritura) considerada en el ranking de las cien mejores en español por la revista Esquiere.
Andrés García nunca perdió el estilo ni la galanura, participó en más de 70 películas, cinco producciones teatrales y supo lidiar con la era digital al convertirse en youtuber. Realizó 25 programas de televisión (telenovelas y series) consolidándose como el actor consentido de las abuelas y de las mamás, quienes encendían la televisión para verlo en las telenovelas de la noche personificando a empoderados personajes. Fueron famosas las escenas abordo de yates en las que lucía el cuerpazo bronceado y enfundado en diminutos bañadores (que él llevaba con mucho estilo) cual playboy de playa en su imprescindible terruño: Acapulco.
Fue amigo de políticos e impulsor de nuevas generaciones artísticas, en una de sus últimas apariciones en público hizo una firme advertencia sobre la enfermedad crónica de la cirrosis hepática.
El adiós definitivo al intrépido Chanoc fue en el mar.
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En los motores de búsqueda de la red, una pregunta sobre el actor fue tendencia: ¿Cuántas novias tuvo Andrés García?
La vida te da sorpresas. Sorpresas te da la vida, ¡ay, Dios!