Qué bonito era Bernal, en su caballo Joyero; él no robaba a los pobres, antes les daba dinero (…) Vuela, vuela palomita, vuela, vuela hacia el olivo, que hasta don Porfirio Díaz le quería conocer vivo”. Así dice El corrido de Heraclio Bernal. Averigüé que lo que dice es cierto.
Heraclio Bernal nació en 1855 en una familia acomodada de agricultores de El Chaco, en Sinaloa. Ahí aprendió a leer y escribir, algo raro en ese tiempo. Estudió en el Seminario de Durango. Trabajó en el mineral Guadalupe Los Reyes, donde fue acusado de robo y enviado a la cárcel de Mazatlán. Escapó. Vivió dedicado al asalto de haciendas y diligencias entre Cosalá, Culiacán y Mazatlán. Propalaba en sus andanzas ideas de justicia y libertad. Enfrentó en 1884 al general Bernardo Reyes; publicó en 1885 el Plan de la Rastra; atacó en 1886 la ciudad de Culiacán; lanzó en 1887 el Plan de Conitaca, contra el gobierno de Porfirio Díaz. Nicole Giron escribió su biografía: Heraclio Bernal: ¿bandolero, cacique o precursor de la Revolución?, INAH, México, 1980.
Díaz sabía de él desde mitad de los 80, como está documentado en la Colección Porfirio Díaz de la Universidad Iberoamericana (CPD). “Ojalá haya sido con fruto”, escribió sobre su persecución, “lográndose la captura del famoso Bernal” (carta de Porfirio Díaz a José Guillermo Carbó, 19 de enero de 1885, en CPD, legajo 10, caja 1, documento 372). Pero no pudo ser capturado. Entonces, los gobiernos de Sinaloa y Durango, como dice el Corrido, ofrecieron 10 mil pesos por la captura de Bernal. No fue capturado; fue muerto el 5 de enero de 1888. El coronel Manuel Gómez escribió al presidente para darle los detalles: “En el cerro del Pelón, inmediato al Rancho Viejo del distrito de Cosalá, hay una cueva donde estaba este cabecilla en unión de otros sus bandidos y su amada Luisa García”, le dijo, añadiendo que su paradero fue revelado por un individuo del Rancho Viejo. “El teniente Enrique Fernández del 5º Regimiento dio parte a Cosalá y organizó desde luego una salida con 12 hombres del 5º Regimiento acompañado de fuerzas auxiliares y marchó al punto donde estaba Bernal, atacándolo entre ocho y nueve de la mañana del día cinco, resultando muerto este bandido y huyendo los demás” (carta de Manuel Gómez a Porfirio Díaz, San Ignacio, 11 de enero de 1888, en CPD, legajo 13, caja 1, documento 372). Luisa, su amante, fue capturada. El gobernador de Sinaloa escribió con más noticias: “Los vecinos Crispín García y Jorge Ayón fueron los que atacaron a Bernal y le dieron muerte, ayudados por otros vecinos del mineral de Nuestra Señora. Se les ha entregado ya el referido premio de 10 mil pesos” (carta de Francisco Cañedo a Porfirio Díaz, Culiacán, 23 de enero de 1888, en CPD, legajo 13, caja 4, documento 1704).
La víspera de su muerte, Bernal escribió unos versos, dedicados al Creador. Fueron hallados en su cartera y remitidos a don Porfirio por el general Lorenzo García, a cargo de la campaña. Comenzaban así: “Enfadado de este mundo / Voy a buscar un rincón. / Todo lo tengo pagado: / Ni me debe ni le debo. / Gracias por haberme creado” (versos de Heraclio Bernal, Cerro del Pelón, 4 de enero de 1888, en CPD, legajo 13, caja 7, documento 3113).
Investigador de la UNAM (Cialc)
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