Las autoridades fronterizas de Estados Unidos tuvieron “encuentros” con 210 mil migrantes que intentaban cruzar la frontera con México en marzo pasado, ese número es el más alto para un solo mes desde marzo del año 2000, hace veintidós años, cuando según las cifras oficiales se contaron 220 mil arrestos. Es también veinticuatro por ciento mayor que el marzo del año pasado cuando se contaron 169 mil y que significó el principio de un aumento considerable en las personas intentando entrar a Estados Unidos sin documentos.
Vale aclarar que ese número no representa un número de personas, ya que muchos de esos migrantes intentan cruzar varias veces y son, varias veces, detenidos y deportados.
Las cosas no parecen que vayan a mejorar. El próximo 23 de mayo expira la política impuesta por Donald Trump en la pandemia conocida como Título 42 que permitía deportar a la mayoría de esos migrantes inmediatamente. De hecho, en marzo, bajo esa norma se regresaron a México la mitad de los encontrados. A la otra mitad les fue permitido aplicar bajo las viejas reglas.
Varios gobiernos estatales se han unido para demandar ante los tribunales que la administración Biden no termine con esa política. Las acciones del gobernador de Texas Greg Abbott que causaron caos en la frontera norte hasta que se arregló con los gobernadores fronterizos mexicanos fueron en respuesta al anuncio del Título 42.
Las persistentes consecuencias económicas de la pandemia en países expulsores, los años de aislamiento y sí, el Título 42, hacen que los próximos meses, según autoridades estadounidenses, vea un serio incremento de personas queriendo llegar a aquel país. A eso habrá que agregar la guerra en Ucrania porque sí, ya se ven ucranianos y rusos en algunas ciudades mexicanas de la frontera norte.
El último factor, y no es menor, es que este año hay elecciones en Estados Unidos. Y el tema migratorio es uno en que los republicanos son expertos en agitar las aguas de la xenofobia a la manera de Trump por lo que cualquier intento de nueva política desde la Casa Blanca será bloqueado y, como sucedió en Texas, muchos candidatos aprovecharán para culpar de todos los males de su país a aquellos que quieren migrar.
Ya veremos cómo se ponen las cosas en nuestra frontera con Guatemala pero podríamos tener un verano complicado en ambas fronteras.
Carlos Puig
@puigcarlos