Política

Gobernar en lugar de prohibir

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Hay gente, mucha, variada, diversa, de diferentes edades, nacionalidades, razas en todas partes del mundo que consume algún tipo de droga o estimulante o sustancia adictiva. Sí, así es. Ha sucedido a lo largo de la historia.

Frente a algunas sustancias los gobiernos del mundo han decidido regular.

Tal vez el mejor ejemplo de esto sea el alcohol. Las bebidas alcohólicas. ¿Qué ha hecho al mundo —salvo excepciones temporales o mandatos religiosos— permitir su uso regulando su producción, distribución y consumo? Y sí, algunos siguen consumiendo en exceso y, a veces, poniendo en peligro su vida y la de terceros. Otros, por otras razones, caen en una adicción tan fuerte que tienen que entrar a tratamientos o a grupos para abandonar el consumo.Estos problemas no han hecho, una vez más, salvo excepciones absurdas que el alcohol se prohíba, se regule, es decir, los gobiernos gobiernan, vigilan y sancionan. Igual sucede con otro producto adictivo, el tabaco.

En la segunda mitad del siglo pasado, encabezados por Estados Unidos, varios países decidieron prohibir la producción, distribución o el consumo de otras sustancias adictivas. Porque ni la cocaína, ni la mariguana, ni los opioides han estado prohibidos siempre.

Esa prohibición convertida en guerra ha resultado en violencia brutal en países productores o distribuidores. Y en países consumidores en muerte porque la falta de un gobierno que regule efectivamente pone hoy en manos de quien las consume sustancias que nadie sabe qué tienen. Lo que hoy conocemos como crisis por fentanilo es porque es imposible saber si lo que se vende en las calles es fentanilo —en la mayoría de los casos es una combinación mortal de sustancias— ni cuánto contiene una pastilla.

La prohibición de ciertas sustancias ha traído también un incremento en el consumo de sustancias artificiales más adictivas aún y más mortales.

Así funcionan los mercados negros siempre.

Mientras en nuestro continente seguimos metidos en la guerra y con la moralina de los conservadores —como nuestro gobierno actual—, valdría la pena volverse a ver, por ejemplo, a varios países de Europa.

Ahí se consumen drogas, pero…no hay violencia ni muerte. ¿Curioso,no?

Desde hace varios años algunos países del viejo continente han comenzado a gobernar, es decir, a regular. A supervisar a productores, distribuidores, vendedores y atender, en serio, a los adictos.

Y sí, hay consumidores, como desde el inicio de la civilización. 


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Carlos Puig
  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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