El circo de la política es un libro del jurista catalán Joseph María Loperena, quien años atrás narra en su obra las vivencias que como adolescente tuvo que padecer y afrontar como hombre de izquierda en la dictadura franquista, y de todas y cada una de las atrocidades que el sátrapa junto con Doña Carmen "La collares", su esposa, hicieron desde que alcanzó el poder hasta su muerte, y a los que Loperena llama "politicastros".
El actual PRIAN, despojado de su ideología de democracia y justicia social, y de sus aspiraciones por alcanzar una verdadera democracia interna, hoy se burla de los mexicanos imponiendo a varapalo a un grupo de personajes que no abonan en nada a la democracia de este país haciéndolos candidatos a representantes populares sin necesidad de contender ni ganarse a pulso el voto del ciudadano que observa impotente estas decisiones que producen pena y hacen de la política un verdadero circo, una política miserable y desdibujada, sin ideología y con ideologías mimetizadas, donde ni siquiera eventualmente pueden aportar algo para bien de este país que se cae a pedazos, en donde campea la sinrazón, la ley mordaza, las vendettas en contra de los detractores del poder, o de aquellos que han osado criticar las memeces cotidianas de nuestra política nacional, en donde el desarrollo de las acciones de gobierno se van dando en un gran circo de 3 pistas entre micos, saltarines, traga espadas, malabaristas, y una gran puesta en escena de lo que no se debe hacer.
Despreocupados por el crimen organizado, las muertes de jóvenes en Ayotzinapa, los escándalos de la "Casa blanca", el prólogo del libro que lleva el mismo nombre mutilado en esta dictadura mediática denunciada en redes sociales por mi amiga la valiente periodista Carmen Aristegui; la actitud permisiva del apoderamiento de nuestras áreas estratégicas por parte de transnacionales a través de la privatización abusiva, (Oxxogas es un ejemplo), y otros actos grotescos que nos muestran internacionalmente cómo un estado vasallo frente a los intereses de nuestro vecino del norte; un estado fallido, sin rumbo y sin horizontes; Un mea culpa simulado y desvergonzado por parte del presidente de la Republica, quien contradice a su esposa, supuesta adquirente de la casa blanca "con sus ahorros" por su trabajo en televisa, en suma que en este circo de nuestra política, el único que pierde es el gobernado que tendrá que seguir padeciendo esta telenovela grosera que avizora un final sin beso.
Todo lo contrario, un México cada vez más empobrecido, alejado del bienestar y sin la nimia posibilidad de rescatarlo del hambre en el campo, y en todos los rincones y espacios de miseria en que vivimos, el México que parece que se cae a pedazos y no obstante resiste, con la esperanza de que por fin vengan tiempos mejores, que nuestras instituciones alcancen la dignidad y el decoro que merecemos en cada uno de los poderes, otrora equilibrio de su división constitucional, centralizada de manera exclusiva en el ejecutivo.
No cabe duda que Francisco Martín Moreno se ha convertido en un profeta de esta desgracia que hoy vivimos desde "México negro" hasta "México ensangrentado", para desgracia de todos nosotros. Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!
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