Escuchar al responsable del manejo de la pandemia, el otrora prestigiado epidemiólogo Hugo López-Gatell, hablar de confabulaciones globales para desestabilizar al gobierno me hizo reflexionar sobre la importancia de la ciencia y la técnica vis a visla ideología. En otras palabras, zapatero a tus zapatos. Bastante mal nos ha ido con la covid-19 para que Gatell teorice sobre ciencia política y golpes de Estado “suaves”. Más respeto a los expertos.
Mientras confabulamos sobre enemigos imaginarios y golpes inexistentes, el mundo avanza y muy rápido. Nos distraemos fácilmente con lo irrelevante, dejando de lado lo importante: educación y desarrollo humano.
En columna previa (junio 4) hablaba de cómo China tiene un millón de estudiantes en las mejores universidades globales, principalmente en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Pues bien, Estados Unidos no se queda atrás ante la “amenaza china”.
En los próximos diez años el gobierno norteamericano se ha propuesto formar un millón de nuevos científicos en áreas STEM. Como lo ha dicho Joe Biden, su país está “en competencia con China para ganar el Siglo XXI”. La educación y la innovación serán la clave, no lo será el petróleo.
Sus metas están acompañadas de presupuestos y, sobre todo, políticas públicas. Para la Fundación Nacional de Ciencia (NSF), equivalente al CONACYT, se prevé un incremento de 20% para alcanzar 10.2 mil millones de dólares en 2022, más un incremento promedio anual de 6% hasta 2026. También se crean oficinas como la Dirección de Soluciones Científicas e Ingeniería con un presupuesto inicial de mil millones de dólares, y se proponen duplicar los programas educativos STEM, desde básica hasta posgrado. Además, se cocina en la Cámara Baja la “Endless Frontier Act” para impulsar la inteligencia artificial y el cómputo cuántico.
Mientras eso sucede no tan lejos, nuestro gasto federal en ciencia y tecnología sufre recortes de 40% respecto a 2015 y las becas de posgrado disminuyen 58% desde 2018 (2,265 becas internacionales en 2021).
¿Cuántas ingenieras y científicos podríamos formar con 10 mil millones de pesos que costará la refinería Dos Bocas?
Iván Moreno
carlosivanmoreno.wordpress.com