Política

Pereza intelectual

Giovanni Sartori advierte que el déficit cognitivo es una amenaza al gobierno democrático porque se traduce en la pereza intelectual, también conocida como la crisis del pensamiento crítico. Es una obviedad decir que vivimos en la era de mayor acceso a la información en la historia, sin embargo, el pensamiento crítico vive una crisis: el algoritmo, los estudios, las conferencias de filósofos reconocidos que repiten lo mismo con adornos o periodistas y opinadores que escriben sin el rigor que el periodismo exige de una comprobación, como lo describe perfecto Raudel Ávila en un artículo imperdible, son ejemplo de la crisis: la pereza intelectual como mal silencioso.

Es silencioso porque lo disimulan los cientos de podcast “novedosos” que se producen al año, los reels de contenido original o las múltiples conferencias magistrales con títulos similares, pero agregando un aderezo picante como innovación, desafíos, oportunidades o la muy usada inteligencia artificial, y así lo podemos aplicar al área profesional a la que uno se dedique.

Una de las principales causas de la pereza intelectual es el algoritmo, el uso excesivo de las redes sociales, una desordenada dieta informativa que se basa, según datos de consumo informacional en la mayoría de los casos en post y notas compartidas en Whatsapp, se desequilibró la dieta dejando a un lado los libros, los análisis, las conferencias, la conversación o las costumbres como fuentes de formación e información; peor aún, estos espacios son contaminados por los primeros. Y eso trae consecuencias gravísimas: tomamos decisiones personales como el uso de cierta medicina a partir de videos de cuentas verificadas en redes sociales o votamos en las elecciones renunciando al pensamiento crítico; muchas veces este comportamiento no es una decisión voluntaria sino obligada porque el mundo así está girando. Hay quien dice que siempre hemos sido perezosos intelectuales, solo que ahora nos exhibimos con más facilidad.

La pereza intelectual no es simplemente una falta de voluntad para pensar, sino un síntoma estructural de una época dominada por la velocidad, la superficialidad y la autoexplotación. Pensar, escribir y trabajar críticamente se ha vuelto un acto subversivo. En tiempos de algoritmos y multitareas, la resistencia comienza con el pensamiento. 


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Carlos Aguirre
  • Carlos Aguirre
  • Consejero electoral del IEPC Jalisco
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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