El 2024 es el año en el que conmemoramos los 30 años de democracia en Jalisco que se celebran por la instalación del Consejo Electoral en 1994. Si repasamos el contexto histórico en que esta Institución nació podemos encontrar algunas similitudes y particularidades. Existía un panorama complejo e intenso que demandó en el Consejo Ciudadano del entonces Consejo Electoral, cuentan el Doctor Jorge Alonso, Don Julio García y el honorable notario Jaime Preciado que las circunstancias de entonces, no fueron tan ajenas a las de 2024: había que motivar a la ciudadanía escéptica a participar como lo hacemos ahora, hubo un contexto violento en Jilotlán de los Dolores que puso en riesgo la elección municipal, como lo tuvimos en 2021 y existían ánimos polarizados similares a los de ahora.
Sin embargo, ellos mismos destacan una diferencia notable con la actualidad, en ese entonces se decía que la alternancia partidista en el poder nos traería la democracia e incluso surgió una corriente académica que se dedicó a estudiar la transición a la democracia: los transitólogos. Hoy, ese pensamiento ha quedado rebasado, sin embargo, las elecciones 2024 nos deben de motivar a reflexionar de manera colectiva sobre los retos actuales de la democracia.
En este año que cierra, 49% de la población en el mundo fue llamada a las urnas, desde la India, Estados Unidos, Venezuela, Uruguay y por supuesto México. Algunos análisis ya han escudriñado las coincidencias a manera de retos que se pueden observar en algunas de las elecciones, entre las que se destacan: el abstencionismo, la desafección política y democrática, debilidad de los partidos políticos y los retos de la desinformación y la inteligencia artificial.
El abstencionismo es un fenómeno global, según la politóloga Silvia Bolgherini las más recientes elecciones de toda la Unión Europea presentan la más baja participación electoral nominal y es una tendencia, en México participamos menos que en 2018, aunque habrá que esperar datos más específicos, hubo menor participación en las juventudes. ¿Cómo hacer más atractivo el voto?, ¿cómo convocar masivamente a las urnas? El primer reto hacia el futuro,
En cuanto a la desafección política y democrática, Przeworsky afirma que debemos rediseñar las instituciones representativas para que la ciudadanía vuelva a sentir afecto por la política y la democracia; ahí, formas de participación ciudadana para abrir congresos, ayuntamientos y órganos ejecutivos son clave, además de una urgente reflexión sobre los alcances y funciones democráticas de los partidos políticos.
Sobre estos últimos, es evidente que en diferentes latitudes existe una crisis, en México desapareció el histórico PRD, en Jalisco, Hagamos y Futuro y nunca es buena noticia tener menos opciones políticas para la ciudadanía, incluso Luis Carlos Ugalde ha reportado que la elección de 2024 es la que menos partidos competitivos ha tenido en la historia reciente de nuestra joven democracia. Hacia el futuro es fundamental fortalecer el sistema de partidos con formas innovadoras, más representativas, abiertas y que atiendan las prioridades de la sociedad, sobre todo de las juventudes.
El otro reto es la desinformación y la inteligencia artificial, elecciones como la de Estados Unidos con el intervencionismo de Musk o la de Argentina con los Peaky Blinderts de Milei nos deben provocar una urgente reflexión de la laxa regulación que se tiene en el mundo y en México sobre el papel de las grandes empresas de internet en política, incluso en México, Meta se ha negado a entregar información sobre financiamiento a campañas políticas porque su aviso de privacidad lo prohíbe, poniendo dicho aviso por encima de la constitución y las leyes de nuestro país. Se debe convocar a un amplio debate sobre los límites que deben tener estas empresas sin pasar al prohibicionismo, pero sí a los controles y regulación que permita seguir teniendo elecciones con información libre.
Ante esos retos, también debemos reconocer que como decía Pepe Mújica, la democracia no es perfecta, no debemos adularla, pero sí es el mejor sistema que tenemos y debemos cuidarla. Parafraseándolo, cuando nosotros mejoremos moralmente, la democracia mejorará. Andemos ese camino.
En 2025 habrá elecciones relevantes en Alemania, Canadá, Chile, Honduras, Venezuela, Ecuador y por supuesto en México que por primera vez elegiremos a las y los integrantes del Poder Judicial, observemos de cerca el comportamiento de dichos retos en las diferentes latitudes, pero sobre todo, y siendo más optimistas, que 2025 sea el año donde la principal elección de todas y todos sea la paz.
Que sea un feliz año y por acá nos seguimos leyendo.