La visita de Enrique Peña Nieto a Buenos Aires se pactó en enero, cuando se reunió con el flamante presidente argentino, Mauricio Macri, en el Foro Económico Mundial de Davos.
Se volvieron a reunir hace unas semanas en Chile, cuando Argentina acercó sus naves a los socios de la Alianza del Pacífico. El país se sumó a ese bloque económico como “observador”, porque sin dudas “observa” muchas más oportunidades de desarrollo con estos vecinos que con el Mercosur.
Llega a Buenos Aires a tratar de recomponer en primer lugar el maltratado acuerdo automotor (ACE 55), que supuestamente en 2016 liberalizaba 100 por ciento el comercio entre ambos países, pero fue incumplido en la última etapa de la presidenta Cristina Fernández. Luego de mucho cabildeo se logró extender este punto hasta 2019 y seguir con el modelo de cuotas y aranceles. El plan de Guajardo es negociar con su par argentino, Miguel Braun, y acortar ese plazo.
“El principal déficit se produce en el sector automotor, hay que incrementar el volumen de comercio ampliando la base de productos incluidos en el ACE 6, particularmente en los capítulos 1 al 24 del universo arancelario; es decir, en el sector agropecuario y en otras oportunidades comerciales que nos permitan tener un comercio más elevado”, me decía Daniel Chuburu, embajador argentino en México.
Los sectores automotor y agropecuario serán los ejes de un foro que habrá el viernes en la tarde en la cancillería, con la presencia de unos 200 empresarios (15 de ellos mexicanos) y de los presidentes Peña y Macri. Entre los ponentes de nuestro país estarán Guillermo Vogel Hinojosa, de Tamsa y Canacero; Óscar Albín Santos, de INA; Xavier González Zirión, presidente de las farmacias Grupo Fénix, y el aguacatero Benjamín Grayeb Ruiz, en su rol de presidente del Consejo Nacional Agropecuario.
No son pocos los que vaticinan que esas iniciativas de apertura arancelaria, reducciones de plazos de convenios y acercamiento con la Alianza del Pacífico son el primer paso de un futuro tratado de libre comercio México-Argentina.
¿Podría afectar eso al país sudamericano con los tratados previos como el Mercosur o los acuerdos comerciales con Brasil? “Nuestro país no está trabajando por encima del Mercosur, sino en el marco del waiver otorgado por dicho mecanismo a los países miembros que permite negociaciones de acuerdos de libre comercio a sus integrantes con México”, agrega Chuburu. De hecho, Uruguay ya tiene un TLC con nuestro país.
¿Tendremos nuevo socio sudamericano?
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