A un año, y contando… Es así como la comunidad cultural permanece a la expectativa en los nuevos formatos que vendrán a hacer extensiva la difusión al trabajo creativo en cada una de sus disciplinas artísticas, a sabiendas que el Instituto de Información, Estadística y Geografía, en colaboración con Secretaría de Cultura Jalisco (ahora vacante) presentaron en su momento los resultados de sondeo en las afectaciones económicas al sector cultural en nuestro Estado a raíz de la pandemia vigente. Y por supuesto que de las encuestas realizadas, dos son los rubros que encabezan la acción directa en este sentido: 1) Promoción artística y cultural; 2) Producción de bienes culturales y artísticos. Dos episodios que en esencia representan la base del quehacer rentable. Pero el caso es que dicho recuento sólo vino a exponer el problema, no la solución; y como siempre, no basta con aludir al impasse si no se ofrecen alternativas para buscar resultados.
Desafortunadamente es aquí donde la política cultural que se ejerce institucionalmente no toma en cuenta las ideas y propuestas de esta comunidad, que es la mejor enterada en el funcionamiento de los dos rubros antes señalados como prioridad en este escollo que estamos padeciendo en la actualidad.
Así las cosas, en el ámbito musical, más específicamente en el género de la música de concierto, vemos cómo se carece de una postura oficial por parte de Secretaría de Cultura para generar opciones de producción en medio de esta pandemia. Si bien se ha hecho evidente la falta de actividades culturales en los distintos recintos y escenarios en nuestra entidad a raíz del confinamiento, éste no debe ser motivo para detener toda voluntad con miras a seguir produciendo música.
Precisamente: son tiempos en que el gobierno proporcione los medios y facilite las herramientas con miras a que músicos y compositores se aíslen para crear y producir. He aquí algunas tareas que Secretaría de Cultura Jalisco bien pudo haber emprendido desde hace tiempo con proyectos inteligentes para generar productos culturales: 1. Comisionar (encargar) dos o tres obras sinfónicas a compositores jaliscienses con el fin de que la Orquesta Filarmónica de Jalisco pudiera estrenarlas en un tiempo razonable de dos años (siempre pensando a futuro); 2. Trabajar en el proceso de editar y publicar una colección de partituras para instrumentos solistas y/o música de cámara; 3. Ocuparse en la realización de libros biográficos sobre músicos de Jalisco; 4. Producción de discos con obra de nuestros compositores, donde músicos e intérpretes tendrían actividad permanente en el desarrollo de las sesiones de grabación.
Es éste uno de los mejores momentos (si así lo podemos definir) para que los músicos se aíslen siendo productivos en un estudio de grabación. El resultado de todo esto: bienes culturales.