Cultura

"¡Yo acuso!"

  • La pantalla del siglo
  • "¡Yo acuso!"
  • Annemarie Meier

Con el título El acusado y el espía se exhibe en México el más reciente filme de Roman Polanski J’accuse, (Yo acuso), que retoma el caso Dreyfus, uno de los escándalos antisemitas de la corte marcial militar francesa más difundidos. La denuncia en primera persona del título corresponde a un texto que el escritor francés Émile Zola publicó en el periódico francés La Aurora hace 125 años y en cuyos párrafos acusaba uno por uno, a los generales que habían condenado al capitán Alfred Dreyfus. ¿El motivo? Según ellos, por haber pasado información militar secreta a los alemanes. En realidad, porque necesitaban un chivo expiatorio y escogieron a Dreyfus por judío. Con su filme y el “Yo acuso” de Zola, Polanski quiere, sin duda, llamar la atención sobre el renaciente antisemitismo y la xenofobia que polarizan y crean violencia en las sociedades europeas actuales.

El acusado y el espía es un filme de época que empieza con el ritual de degradación de Dreyfus – una secuencia fílmica magistral –en enero de 1895, sigue el trabajo detectivesco del mayor Marie – Georges Picquart (Jean Dujardin) quien encuentra incongruencias en las pruebas que llevaron a la condena, promueve un segundo proceso que, sin embargo, confirma la condena del capitán. Émile Zola, por su lado, es acusado y declarado culpable por difamación y se tiene que exiliar en Gran Bretaña. Basado en la novela de Robert Harris, el filme sigue la investigación de Picquart a manera de un thriller policiaco, género que Polanski domina a la perfección. En secuencias inigualables observamos cómo se falseó una prueba de caligrafía, cómo la jerarquía y el poder de militares e iglesia aplastan toda crítica, cómo el odio racial ciega la razón. El filme nos recuerda que el “Yo acuso” de Zola, la lucha por la declaración de inocencia y reinstalación del capitán Dreyfus ayudaron a abrir en Francia el camino a la separación de estado e iglesia.

No sorprende que Polanski haya incluido una quema de los libros de Zola, pintas antijudías en fachadas y puertas y gritos de “muerte a los judíos” por parte de ciudadanos enardecidos. Son imágenes y situaciones que nos recuerdan las agresiones de los nazis en Alemania en el siglo veinte pero también el odio con el que se rechaza y agrede a migrantes en el siglo veintiuno. El caso Dreyfus ha sido tratado por escritores y realizadores de cine a través de novelas, obras de teatro y media docena de películas. El primero que se interesó en mostrarlo a través de la imagen en movimiento fue el pionero del cine Georges Méliès, quien le dedicó en 1898 una serie de once cortometrajes silentes que describen las fases de la acusación, degradación, el proceso y la deportación de Dreyfus a la Isla del diablo. 121 años separan el filme de Polanski de los cortos de Méliès. El antisemitismo no parece tener fecha de vencimiento. 

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.