Cuando un particular destruyó la desvencijada casona de estilo múdejar conocida como La Alhambra, para construir un edificio anodino en la esquina de la calzada Colón y la avenida Abasolo, la edificación llevaba años en el abandono luego de ser una finca emblemática del progreso y ambiente cosmopolita de la ciudad. Solo al ver la picota se elevó la voz en defensa del patrimonio artístico de Torreón.
Ha sucedido lo mismo desde hace muchos años. Hace unos días pasó igual con la desaparición del bar Ópera en la esquina de la avenida Abasolo y calle Jiménez. Ahora 198 firmantes colocaron una fotografía con una leyenda “Salvemos al Hotel Salvador”, en un sitio de peticiones que subieron a www.facebook.com. No se si el salvemos es una forma de expresión o un llamado a la participación ciudadana, aunque la petición va dirigida al gobernador del estado Rubén Moreira.
En La Laguna somos así, esperamos la llegada del Súper Ratón para que salve lo que dejamos deteriorar. El Hotel está muy deteriorado, tiene cuarteaduras, mobiliario viejo sobre la terraza, ha crecido maleza entre sus paredes...En los años 90 se trató de revivir como hotel bajo la firma de una cadena de hospedaje, incluso tuvo una terraza bar. Pero ahora muere lentamente lleno de humedad y olvido.
Hay varias opciones para la finca, seguir su deterioro ante el desdén de su propietario; que intervenga la sociedad en su conjunto con un proyecto específico, lógico y ciudadano con la participación conjunta del estado y la iniciativa privada, o que su dueño lo venda por un precio razonable al estado (Municipio-Estado-Federación) para convertirlo en un edificio de servicio público, como sucedió hace unos años con el actual Museo de la Revolución en la avenida Artes Gráficas.
Pero si en verdad hay interés por el rescate del edificio debe actuarse ya y evitar el uso de la máxima que ya usó en su momento el que derribó la Alhambra de la calzada Colón, atribuida popularmente a Aixa, la madre de Boabdil el Chico (El desdichado), cuando el musulmán dejó la Alhambra, su palacio en Granada, para ir al destierro en 1492. ¿Por qué será que la historia se repite?
“Llora como mujer lo que no pudiste defender como hombre”.
angel.reyna@milenio.com