Con una horda de detenidos por presuntos delitos electorales, actos de violencia que dejaron personas heridas, además del pueblo “bueno y sabio” más polarizado que nunca, concluyen las elecciones en México, donde solo ganan los membretes partidistas, la población continúa “colgada” en medio de la crisis sanitaria y económica a la que pocos hogares escapan, mientras la vacunación contra el covid es a esta altura una “pachanga” a la que muchos mexicanos acuden cuando les apetece, no cuando son convocados por la autoridad. A la postre, la precisión de las matemáticas no tiene ni partido ni sentimientos...
Hechos violentos como los registrados en Coacalco y Metepec empañaron la “fiesta cívica” que se vivió este domingo en el Estado de México, donde no obstante la afluencia a la mayoría de casillas fue ejemplar en gran parte del territorio mexiquense. Contra todos los pronósticos y luego de la tensa calma que se vivió en municipios de tierra caliente que están controlados por el crimen organizado, las elecciones se realizaron de forma pacífica, mientras el PRI y su aliado el PRD “renacieron” en aquella región.
El resultado de los elecciones en la entidad y el cambio a semáforo epidemiológico verde arrojarán una semana atípica en Edomex, donde no obstante salvar el domingo, los resultados de las intermedias podrían judicializarse, porque muchos, particularmente guindas que comenzaron a cantar triunfos cuando apenas habían cerrado las casillas, no están preparados para perder el poder que les llegó de golpe hace tres años.
En sitios como el sur y el oriente del Edomex el proceso que culminó con las elecciones de este domingo, dejó gran decepción en la ciudadanía y amargo sabor social por las sucias, antiéticas y groseras conductas de los aspirantes a alcaldes, síndicos, regidores y diputados que antes de la contienda mostraron el cobre. Una lástima que los cúpulos, sigan con la atávica costumbre de tratar a los mexicanos como párvulos. Pese a pusilánime, el IEEM está a punto de cumplir con un “legal protocolo”, aunque volvió a olvidar que son otros tiempos, otros ciudadanos, otros candidatos, otros partidos y otras versiones de nosotros mismos...
Más de 20 mil 500 cargos de elección popular en juego no se antoja fácil, y menos en medio de la pandemia. Aún no hay datos precisos del porcentaje de participación electoral, aunque se estima que fue alta, cercana a 53%. La media en las elecciones intermedias en los últimos 25 años ha sido del 47%. La más alta se registró en 1997 con 52%.
La secuela que una vez más quedará en todos los ánimos nacionales, será la de los daños colaterales que arroja la violencia que hubo en el más importante proceso de los últimos años. Después de menos de tres años, Morena solo como otro membrete partidista. _
Ana Lilia García Castelán