Lo que se vivió ayer por la tarde en las calles de la Ciudad de México fue histórico, un triunfo absoluto del gobierno de Clara Brugada, un éxito total de la Secretaría de Turismo (Alejandra Frausto) y de la Secretaría de Cultura (Ana Francis Mor).
Y es que no sólo estamos hablando de nuestro Desfile de Día de Muertos, estamos hablando ya de uno de los mejores desfiles del mundo.
Esta joven tradición ya se consolidó, ya encontró su camino, un camino social, un camino cultural, un camino como no existe otro porque aquí no se trata ni de ver soldados, ni de ver globos ni de ver botargas.
Se trata de honrar la memoria de nuestros ancestros, de celebrar la vida a través de su recuerdo.
Es un acto de amor monumental que une a la gente más pobre con la más rica, a las mujeres con los hombres, a los más cultos con los más ignorantes.
Es un acto de respeto que conecta nuestras más profundas raíces prehispánicas con lo más moderno de nuestra diversidad actual.
¿Cuántos desfiles de cuántos países pueden presumir de algo como esto?
Lo que vimos en las calles. Lo que vimos en los medios, en las redes. Fue hermoso.
¡Qué producción la de cada uno de los contingentes! ¡Cuánto cariño! ¡Cuánto trabajo!
Quiero que entienda que vimos a las personas de las Utopías, de los Pilares, de los Faros, de las 16 alcaldías. Ellas y ellos no tendría ni siquiera por qué haber salido de sus casas este 1 de noviembre.
Y no sólo salieron, se prepararon con meses de anticipación, se esmeraron en hacer una buena participación que se sumó a la de muchas otras instancias.
Había personas con discapacidad, niñas, niños y muchos, muchísimos homenajes. De Rockdrigo a Carlos Monsiváis, de Paquita la del Barrio a Tongolele.
Esto no se paga con nada. Esto es paz. Esto es cultura. Chilangas y chilangos apropiándose de su ciudad, catapultándola a nivel internacional.
¿Y qué me dice de la cobertura en vivo de los medios públicos unidos? Tuvimos conductoras y conductores de Capital 21, de Canal Once, más transmisiones en Canal Catorce y en El Veintidós.
No cualquiera resuelve al momento tantas eventualidades en una fiesta tan grande, tan compleja.
La gente de Capital 21, la encargada de esta producción, fue muy inteligente. ¿Sabe lo que hicieron para combatir los silencios? Invitaron a grades especialistas.
Gracias a ellos se pudo entender el significado de las más de 50 comparsas que sumaron a más de 8 mil participantes.
Gracias a ellos el desfile trascendió. Y es que hay que entender que desde hace semanas la Ciudad de México ha sido la capital de las festividades.
Ha habido tal cantidad y calidad de eventos que fue imposible a asistir a todas, de tantos tipos, en tantos puntos. ¿Por dónde quiere que empiece?
¿Por la Fórmula 1, por el desfile de alebrijes, por la ofrenda monumental, por la inauguración de la iluminación especial en Paseo de la Reforma, por la noche de museos, por las rodadas, por la pasarela de Catrinas Contemporáneas?
Con razón el turismo ha crecido impresionantemente en esta administración. Ciudad de México es el destino turístico sin playa más importante de toda la nación.
Y a diferencia de lo que ocurre en otras plazas, lo es por su oferta cultural.
Alejandra Frausto y Ana Francis Mor tienen que ser las secretarias más felices del gabinete. ¡Lo consiguieron!
Lo que se vivió ayer por la tarde en las calles de la Ciudad de México fue histórico, la consolidación de uno de los desfiles más importantes del mundo. ¿A poco no? ¡Felicidades!