Espectáculos

'La Rosa', 'Bellas Artes' y Netflix

Esta columna es especial. Son tres temas que hablan con bastante claridad de posturas ideológicas, de lo que hay detrás de la televisión, de las series y de todo lo que consumimos, y que invariablemente nos marca.

Por favor tómelo en serio, vea estos tres materiales y reflexione. Si no reflexiona estaremos entrando al terreno de la manipulación y no se trata de eso. ¿O sí?

TELEVISIÓN

Ayer jueves 25 de abril fue un día importante: “La rosa de Guadalupe” transmitió su capítulo de estreno número 2000.

Ojo: no es que vayamos en 2 mil emisiones. Es alucinante la cantidad de retransmisiones que hemos observado desde que esto se estrenó en 2008.

Pero sí estamos ante un acontecimiento que amerita un enorme reconocimiento dentro y fuera de TelevisaUnivision.

A reserva de que le recomiendo ver todas las temporadas de esta producción de Miguel Ángel Herros escrita por el gran Carlos Mercado-Acuña, ¿por qué funciona?

Porque a pesar de que el punto de partida es Santa María de Guadalupe y de que muchas personas juegan con esto sin ver, es televisión de servicio, televisión que orienta, que ayuda y eso es insólito cuando hablamos de medios privados.

“La rosa de Guadalupe”, por su historia, sus temas, su apertura y las oportunidades que ofrece, podría ser un programa de izquierda. Qué interesante. ¿O usted qué opina?

SUFRO

Veo la serie “Bellas (malas) artes” en Star+ y sufro. ¿Por qué? Porque es televisión de derecha elevada a la ene potencia.

No, no es como “Nada”. Aquí se privilegia las posturas políticas sobre la cuestión humana y entre broma y broma, sí se le dice a la gente:

Muera la corrección política, siempre Europa será mejor, las mujeres que protestan están locas, arriba los hombres blancos heterosexuales y mil barbaridades más.

Por lo mismo, cuando uno llega al final, lejos de sentir algo por el protagonista, siente paz porque no va a ver más.

Y no, responderle a balazos a los demás, por más que uno no esté de acuerdo con ellos, no es chistoso. Y ser grosero no es ser rebelde. No nos confundamos.

Tengo miedo porque esto viene de Argentina, de una Argentina que cambió de gobierno, de una Argentina que por el cambio de gobierno tiene una industria cinematográfica en problemas.

Tengo miedo porque es un “streaming” que adoctrina. ¿A poco no?

GOZO

¿Se pueden crear contenidos que combinen lo mejor de la izquierda con lo mejor de la derecha? Claro que sí y la prueba es la miniserie inglesa “Baby Reindeer” (“Bebé reno”) de Netflix.

Tenemos todo el tema social, pero también todo el tema individual. Tenemos toda la denuncia, pero también toda la inspiración.

Estamos ante un espectáculo que se lee en dos direcciones:

La primera viaja con su protagonista femenina, una mujer que rompe física, mental y emocionalmente con lo que Hollywood maneja.

La segunda, con su protagonista masculino, un hombre que también rompe con la tradición de los varones en “streaming”.

No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia pero “Bebé reno” es para las miniseries de 2024 lo que “Misery” para las películas de 1990. Así de escalofriante, bien escrita y bien actuada.

Su final, por cierto, es magistral. Una cátedra de lo que pasa cuando izquierda y derecha aportan en un marco de respeto. ¡Felicidades!


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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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