De todo lo que está pasando en la fuente de televisión, hay algo que yo quisiera destacar el día de hoy que se me hace particularmente importante.
¿Qué? El estreno, en el canal History, de Dark Horse: amigos y cervezas.
¿Por qué? Porque atrás de este divertido lanzamiento se esconde un acto de profunda sabiduría a nivel industria, algo que muchos otros canales, que muchas otras empresas, deberían observar, atender e imitar.
¿Qué es Dark Horse: amigos y cervezas? Un factual (una mezcla de documental con reality show) sobre las aventuras de un negocio de cerveza artesanal de Estados Unidos.
Es, para acabar pronto, como El precio de la historia, como ¿Quién da más? o como Cazadores de tesoros, pero de cerveceros.
A ojo de buen cubero, ha nacido un nuevo clásico de History y aquí nos vamos a estar viendo por muchos años.
¿Qué tiene esto de interesante si, ante los “doctos” ojos de muchos de nuestros más “exitosos” productores mexicanos suenan de franca flojera y hasta se podría interpretar como una promoción del alcoholismo y la obesidad?
Mucho más de lo que ellos imaginan. Dark Horse: amigos y cervezas es millones de veces más auténtico, creativo, positivo y aspiracional que la mayoría de las porquerías que están haciendo en la televisión abierta privada de este país.
Y no porque gire alrededor de la cerveza está promoviendo el vicio, el sedentarismo ni la gordura.
Si usted lo observa con detenimiento, encontrará el otro lado de la cerveza, el que la doble moral de los medios mexicanos no ha querido ver y por el cual se han perdido muchos contratos millonarios.
Pero, a ver. ¿De qué trata? ¿Qué es lo que vemos?
Se lo voy a resumir en unas cuantas frases: son amigos de toda la vida luchando por salir adelante produciendo cerveza, pero cualquier tipo de cerveza.
No, cerveza en ediciones especiales, para clientes que llegan desde muy lejos para comprarla, cerveza de sabores tan extraños como hot cake y tocino.
¡Es una locura! Y cada una de las personas que sale aquí es simpatiquísima.
Además, claro, hay momento de humor, de acción, de suspenso. Es un gran espectáculo.
¿A qué me refiero cuando le digo que atrás de este lanzamiento hay un acto de profunda sabiduría a nivel industria?
Primero, a que ver Dark Horse: amigos y cervezas es volver a los orígenes de la verdadera televisión de paga, a los programas bonitos, a los personajes y las historias que eran capaces de convocar a las multitudes alrededor de un cable o de una antena directa al hogar.
Segundo, a que esto es tan de nicho que termina por volverse universal. A lo mejor a usted le encanta la cerveza. A lo mejor, no. Pero no hay manera de que lo mire y de que no lo ame.
Tercero, a que Dark Horse: amigos y cervezas es una oda a la amistad, al trabajo en equipo, a lo que la gente puede lograr cuando se une en armonía. ¡Gracias! Necesitábamos algo así.
Y cuarto, a que esto funciona sin ser violento, grosero, estridente, polémico o conflictivo.
Debe haber decenas de anunciantes formados para invertir aquí, especialmente las compañías que producen y venden cerveza.
¿Ahora entiende cuando le digo que muchos canales deberían ver esto y aprender?
No puede ser que en México, cuando los medios hablan de cerveza, lo hagan para insultar a nuestro pueblo acusándolo de ignorante y de vicioso cuando, en realidad, estamos hablando de una parte fundamental de nuestra economía y de nuestra cultura popular.
Luche por ver Dark Horse: amigos y cervezas ya en History. Se estrena los sábados a las 23:30 pero hay muchas repeticiones y tenemos el History Play. ¡Felicidades!
alvaro.cueva@milenio.com