Uno de los errores más frecuentes y peligrosos que cometen los nuevos líderes es intentar replicar el mismo enfoque que los hizo destacar como colaboradores en sus posiciones anteriores.
Este patrón, basado en la creencia de que deben ser expertos en todo, hacerlo todo por sí mismos y mantenerse en un rol operativo, puede obstaculizar su éxito como líderes y generar efectos negativos tanto en su bienestar como en la dinámica del equipo.
Cuando una persona es promovida a un puesto de liderazgo, el enfoque debe cambiar de ser un ejecutor individual a ser un facilitador de equipos. Los líderes que intentan seguir siendo expertos en todas las áreas operativas, asumiendo responsabilidades que no les
corresponden o delegando poco, pueden caer en la trampa de la microgestión.
Esto no solo genera agotamiento, sino que también limita las oportunidades para su equipo de desarrollarse y asumir responsabilidades. El hecho de querer hacer todo puede generar desconfianza entre los colaboradores, quienes podrían sentirse incapaces de tomar decisiones o asumir liderazgo dentro de su propio ámbito.
Además, esta actitud puede crear un ambiente laboral en el que la comunicación y la colaboración se ven reducidas, ya que el líder asume el control y no permite que los miembros del equipo aporten sus ideas y habilidades. A largo plazo, este enfoque reduce el potencial del equipo y limita su rendimiento.
El verdadero liderazgo implica saber cuándo delegar, cuándo confiar en el talento del equipo y cuándo tomar un paso atrás para centrarse en los aspectos estratégicos. Los nuevos líderes deben comprender que su rol no es ser expertos en todos los detalles operativos, sino en cómo guiar a su equipo hacia el logro de los objetivos a largo plazo.
Esto significa ofrecer apoyo, brindar orientación y crear un entorno donde los miembros del equipo puedan crecer, innovar y sentirse empoderados.
El mayor error que pueden cometer los nuevos líderes es no soltar el control operativo. Para ser verdaderos líderes, deben enfocarse en desarrollar habilidades de gestión, delegación y visión estratégica.