Acaso una de las mayores experiencias cinematográficas que atesoro sea el encuentro en pantalla con Quentin Tarantino. Desde su historia para Natural Born Killers (1994), filme que se negó a ver porque decía que el director Oliver Stone había destrozado su guion, ha sido una saludable tradición seguir su carrera y revisitarlo: todo se ha dicho de Reservoir Dogs, la obra maestra Pulp Fiction, el doblete Kill Bill y hasta de su más reciente entrega, Once Upon a Time in Hollywood (2019).
Sin embargo, en un reciente viaje a Nueva York me he encontrado en una librería con una novedad del director, pero en otra faceta, la de escritor: Cinema Speculation (Harper Collins, 2022), en la que Tarantino nos conduce por el origen de su afición por la cinematografía de la mano de su madre y su padrastro, quienes lo llevaban a cambio de que guardara silencio, cero preguntas era la condición.
En su primer escrito de no ficción, el autor regresa a aquellos años sesenta y principios de los setenta cuando la industria estaba invadida por la nostalgia del Old Hollywood y abundaban los carteles de Laurel y Hardy, Charlie Chaplin, King Kong, Frankenstein y Humphrey Bogart. Pero una vez que pasabas La Brea, sobre el bulevar Sunset, emergía un mundo jipi con célebres bares como el Whisky a Go Go, el London Fog y el Pandora’s Fox.
Ahí, en medio de ese otro mundo, cuenta Tarantino, estaba el teatro Tiffany, que era la casa de Woodstock, Gimme Shelter, Yellow Submarine y las cintas de Warhol. No es difícil en este punto ligar ese templo con la rola “Hotel California”, de los Eagles: “Her mind was Tiffany twisted/ She had a Mercedes Benz…”
Los filmes contraculturales de 1968 a 1971, fueran o no buenos, eran emocionantes y demandaban ser vistos en multitudes, de preferencia drogadas. Si el Tiffany tuvo un año, dice el autor, ese fue 1970, cuando él, de siete, fue llevado a su primera doble función: Joe, de John Avildsen, y Where’s Poppa?, de Carl Reiner.
Si usted es aficionado al cine y a Quentin Tarantino, se dará un banquete.
Alfredo Campos Villeda
@acvilleda