Si bien, aún quedan algunos municipios en espera de concluir sus cómputos municipales definitivos, el proceso electoral no concluirá con la entrega de constancias de mayoría a las y los candidatos ganadores, ya que vendrán las impugnaciones, que se presentarán prácticamente en todos los municipios, ya que las candidaturas perdedoras, buscarán llegar al poder, ya sea por el voto popular, o por el fallo de un tribunal.
De nueva cuenta la democracia se judicializará en Hidalgo, lo que abrirá un espacio de incertidumbre en algunos municipios, que ya han sido marcados por la violencia.
Se viene un muy corto periodo de reflexión, no sólo para los partidos políticos y sus candidaturas (emanadas de procesos no democráticos), pero sobre todo para la ciudadanía, quienes tendremos ahora la obligación de construir o reconstruir el camino rumbo al 2021, donde elegiremos la renovación o reintegración del congreso local y federal. En estas elecciones iremos definiendo el camino rumbo a la (aún posible y necesaria) alternancia en la gubernatura, así como las elecciones presidenciales 2024.
Hoy quedó claro que una elección es una disputa que se debe enfrentar con toda seriedad y responsabilidad, y no pretender que se tienen ganadas antes de iniciarlas.
Vendrán años muy complejos para los ayuntamientos en Hidalgo, porque derivado de la última e incompleta reforma electoral elaborado por esta legislatura, muchos municipios vivirán una permanente disputa, similar a la vivida en las campañas, ya que la mayoría de las candidaturas perdedoras, se integrarán a los cabildos como regidores/as de representación proporcional.
Lo que puede servir de contrapeso, o de una lucha intestina y permanente en la búsqueda de una revancha política (con aspiraciones de gobierno).
Sin duda, lo mejor para los ayuntamientos es que las regidurías se elijan por voto directo y no por planillas, mucho menos a través de lo que bien podríamos llamar “repechaje electoral”.
Vienen años tensos y complicados para Hidalgo y la clase política local nos ha demostrado que no está a la altura, es más, son corresponsables del desastre político en la entidad.
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