Tras ver en 1968 a The Animals aquellos elegantes jovencitos enamorados caminaron por Avenida Juárez. Fue especial, guardaron los boletos en uno de sus cuadernos de recuerdos…con un clip metálico de los años 60 los sujetaron junto a una fotografía que se tomaron en el extinto & classy Hotel del Prado…obra streamline del arquitecto Carlos Obregón. Tenía cine: Trans-Lux Prado.
Fue demolido en 1985, pese a ello es: fragmento de historia viva nocturna musical. El mural de Sueño de una tarde dominical de Rivera, estaba ahí, lo trasladaron a otro sitio. Para mi familia 1968 fue un año negro, alguien sobrevivió haciéndose pasar por muerto entre una pila de cadáveres que lavaron a manguerazos los militares, soportó días enteros, al no escuchar ruidos, salió arrastrándose. No, el inicio del movimiento del rock en México no se gestó entre outsiders/rebeldes sin causa al margen, eso fue después… las personas que podían ver shows de rock eran rockeros muy elegantes, compraban discos y zapatos importados. En el Corona, recientemente Iggy Pop demostró que con 77 años canta mejor que nunca, leyenda inmortal, su hermoso cuero es muestra visible de una vida plena. Aún siento emoción tras recordar el sábado 7 de diciembre, dos leyendas de la música americana tocaron en el MonkeyBee Festival: Toody Cole/Dead Moon, que se mantiene fiera, subterránea, impresionante, asombrosa, su voz es una serpiente mojave que muerde y envenena, la otra leyenda: Brent Amaker & The Rodeo, dejó encendida a la audiencia con su outlaw country, finísimo/elegante western envuelto en un sutil blue grass mezclado con mariachi, en el bajo los acompañó Miguel Servín/Carrion Kids. Los americanos fronterizos, México/Tijuana: San Pedro el Cortez demostraron fiereza y éxtasis, acompañados de Micky en la batería. El profesionalismo de Diego te hace saber que son músicos, no engreídos mediocres…de esos abundan en la music, lo peor de la música: algunos músicos. Nadie es mejor que Mingus, así las decepciones musicales, hace un par de semanas escuché un concierto de alguien über lejos de ser un músico clásico, fase: aprendiz. En unos 15-20 años tal vez lea/adapte con más habilidad sus partituras que tienen errores de adaptación, pude verlas de cerca.
La fuerza de años primarios de estudio que necesita la música clásica se nota en vivo…alguien que pretende ser clásico y NO estudió música clásica de niño/a, va muy tarde. Un músico clásico que le acompañaba salvó el concierto…tocó el corazón del público con literatura: ARTE. Alguien que sí tuvo piano en casa desde niño gracias a su abuelo: Daniel Vadillo, deslumbrante pianista, pronto escribiré de él. La música necesita más que “talento” o “arte”, necesita fortaleza mental, no débiles devaneos ególatras. Opioides & alcohol: no son para todos/as…rompe/daña más su mente. Revela al sádico/a encadenado...terminarán más resentidos. Laven bien sus camisas de concierto, notorio lo percudidas. Feliz Navidad, inmundos animales...