Una de las noticias más relevantes de esta semana en materia electoral es la aprobación por 44 cabildos municipales, quienes aprobaron la reforma electoral Hidalgo, que en todos plantea el empate electoral, la cual se esperaba desde la reforma del 2007-2008, pero con una reforma se amplió el periodo de tres a cuatro años de los ayuntamientos.
Más adelante en las siguientes reformas en la entidad no se alcanzaron acuerdos para regresar a los periodos de tres años y favorecer el empate electoral.
Y si bien desde el 2015, este espacio ya había hecho énfasis en la importancia de dichas modificaciones, más adelante en 2019 cuando se abre un diálogo en el Congreso local para discutir la reforma electoral, uno de los puntos que enfatizaba, era sobre importancia del empate electoral, no solo para reducir costos electorales, sino para favorecer la participación ciudadana.
Para ello, quiero mencionar brevemente unos antecedentes. En Hidalgo las elecciones para gobernador y diputados locales se realizaban cada seis y tres años respectivamente, el tercer domingo de febrero del año de la elección y la elección para renovar ayuntamientos cada tres años el segundo domingo de noviembre del año de la elección. Es decir, teníamos dos elecciones el mismo año.
Pero derivado de la reforma federal 2007-2008, una de las reformas a nivel federal, fue promover un empate electoral, y por ello en nuestro estado se tuvieron que hacer ajustes necesarios al marco electoral para empatar las elecciones, las cuales se realizarían al primer domingo de julio del año respectivo. Pero en Hidalgo primero se tenían que homologar las elecciones locales y luego buscar el empate con el calendario federal.
Sin embargo, en su momento, no se alcanzaron los acuerdos políticos para que las elecciones en la entidad se empataran con las federales, y con las modificaciones realizadas, solamente se logró el empate entre las elecciones de diputaciones locales con las federales, y en el caso de la elección de la gubernatura, esta no se empataría con alguna elección federal.
Solo en algunos casos, se empatarían las elecciones de diputaciones con ayuntamientos o de estos con la de gubernatura. Siendo una de las razones, la ampliación de tres a cuatro años el periodo de ayuntamientos, aunado a que tampoco se armonizó el periodo de la gubernatura, para que gradualmente se empatara con las elecciones federales.
Y aún, sin haberse aterrizado las reformas electorales del 2008 en Hidalgo, una nueva reforma electoral, la del 2014, implicaba nuevas modificaciones al marco electoral local.
La cual contemplaba entre otros puntos, la posibilidad de reelección de ayuntamientos, de diputaciones y senadurías. Tema que tocaremos en la siguiente columna #VozCiudadana
Alfredo Alcalá MontañoTwitter: @alfreduam